Tomás González-Martín el 05 may, 2013 Jorge Lorenzo es un campeón dentro y fuera del campo. Su silencio nada más acabar el Gran Premio de España fue un ejemplo de poso, de sabiduría. No criticó la acción de Márquez en público y ese silencio fue toda una denuncia. Le negó el saludo dos veces y la imagen recorrió todo el mundo. Será recordada durante todo el Mundial. Esa actitud deja a Marc como culpable y le coloca un cartel que deberá vigilar. Ya está marcado. Se coló en el ecuador de la carrera y casi tiró al balear. Al final se repitió la historia y chocó con el número uno. Cuidado. Deberá controlar ese ímpetu. Y Dirección de Carrera debe intervenir en estos conflictos. No debe esperar una denuncia de Yamaha para tomar cartas en el asunto. El equipo del mallorquín no ha querido intervenir para no abrir una espita que ahora está calmada con Honda. Jorge se lleva bien con Pedrosa y hasta ahora se llevaba bien con Marc. Si se repite esta acción, sí habrá denuncia de Yamaha. Pero la Dirección tiene que emitir un veredicto con independencia de lo que hagan los pilotos y los equipos. La organización no puede admitir que con pedir disculpas, lo que significa que reconoces tu error, se salde un litigio. Al final, el culpable suma los 20 puntos y la vícitma pierde cuatro. Esperemos que no sean decisivos para el título en noviembre. Otros temas Comentarios Tomás González-Martín el 05 may, 2013