Vuelve la joven estrella del gran circo de las dos ruedas. El Mundial se siente bien. Regresa uno de sus magos. La lesión ocular de Marc Márquez privó al español en 2011 de un título que merecía y al motociclismo de un campeón de categoría. El ilerdense fue el mejor piloto del año pasado en Moto2, demostrando en un nivel superior la magia que ya exhibió anteriormente en la cilindrada de 125, cuando conquistó su primera corona universal. MM93 gustó al mundo con su pilotaje arriesgado, al borde de la caída. Sus adelantamientos eran un espectáculo. Para los aficionados se ha convertido en un nuevo Rossi. Todos los seguidores eran, son, de su piloto local y de Marc. Es querido por todos. Los simpatizantes de este deporte han disfrutado con sus carreras. Con sus incursiones por flancos casi imposibles hasta adelantar a tres enemigos y subirse al primer cajón del podio. Ahora, MM93 afirma que se encuentra recuperado de su dolencia ocular. Menos mal. La intervención quirúrgica de enero y el retraso de su pretemporada crearon una preocupación generalizada. Es el mejor piloto de Moto2. Lo fue ya en 2011, cuando Bradl se encontró con una corona perdida. El pupilo de Alzamora se dispone a realizar el último test de preparación antes del estreno del campeonato en Qatar, el 8 de abril. Iannone ya sabe que su gran adversario ha vuelto. El Mundial ha ganado a una de sus estrellas. MM93 comenzará con menos kilometraje que nadie. En la pista demostrará que no necesita kilómetros. Es un genio. Los genios soo necesitan que les pongan el escenario.
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Tomás González-MartÃn
Márquez vuelve, el Mundial respira
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