Pobre Pedro Almodóvar, todos ganan buenos premios menos él. Pobre Wong Kar wai, presidente de un jurado que le ha comido el terreno para premiar ese canto a lo previsible y lo maniqueo que es la película de Ken Loach. Pobres Sofia Coppola y Guillermo del Toro, que han llevado dos películones transparentes para esa vista de lince que debe de tener Monica Belluci y otros miembros y miembras del jurado. Pobre González Iñárritu, que le han dado un premiete de mejor director y encima se ha tenido que poner contento. Pobres todos nosotros que nos hemos comido kilómetros de celuloide absurdo y ridículo, y parte del cual, como por ejemplo eso titulado ‘Flandres’, encima, van y lo cargan con el Gran Premio del Jurado. Pobres de vosotros, en fin, malandrines, que habíais pensado mal del jurado. Y yo digo, por muy mal que hubiérais pensado de ese jurado, no fue ni la mitad de lo que habría que haber pensado: ¡vaya tropa! Me repongo de los trompicones y me pongo de nuevo ante el blog en posición de firmes. Siempre nos quedará el Mundial