No sé si hay ni público ni ganas para tanto estreno. Este fin de semana han caído en las salas como confetti. Muchas películas para ver y muchas vacaciones, sol y luz primaveral para hacer un plan de sala oscura. Tal vez algún día llueva…, pues como plan de ese día hay muchas y buenas opciones, dependiendo de lo que se quiera. Probablemente el estreno más interesante y más recomendable desde un punto de vista cinematográfico sea “La imagen perdida”, un impresionante documento del camboyano Rithy Pahn con muñecos de arcilla y memoria de hierro sobre el genocidio de Pol Pot y sus jemeres rojos. (Crítica de Antonio Weinrichter).
Naturalmente, podría ser considerada esta pequeña obra maestra como no adecuada para el mismo pack de playa y pizza.
Otros títulos interesantes, aunque quizá demasiado para ese mismo pack, serían “Miel”, el debut de Valeria Golino en la dirección, y que trata de un modo curioso el asunto de la eutanasia (crítica de Miel), y “Anochece en la India”, comidrama de Chema Rodríguez en el que sus protagonistas, Juan Diego y Clara Voda, son lo mejor. (Crítica de Anochece en la India).
Otras opciones: “Mejor otro día” y “El poder del Tai Chi”, de la que tengo muy poco que decir salvo que la ha dirigido Keanu Reeves y que conozco a varios que hacen eso del taichí, que es como moverte hacia ningún lado pero sin prisa.
Y si alguien quiere dejar aquí dicha su impresión sobre el asunto de la Academia de Cine y sus elecciones a presidente, por mí, que lo haga. Yo me voy a por tabaco unos cuantos días, pero éste se queda aquí.
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