Lo más asombroso del asunto Oscar y del asunto 2016 es que el director González Iñárritu se pone en el mismo peldaño del escalafón que John Ford y que Mankiewicz, con dos muñecos a la mejor dirección en dos años consecutivos. Speilberg, que también tiene dos, pero con un lustro entre ellos (La lista de Schindler y Salvar al soldado Ryan) ni siquiera estaba en la lucha por el Oscar a la dirección. Aunque, al final, ha sido su película, “El puente de los espías”, el que ha ganado el Oscar con mayor justicia y ante la mayor dificultad: Mark Rylance se lo ha quitado casi de las manos a Sylvester Stallone, pobre, que va a tener que hacer otra más de Rocky (igual hay por ahí algún nieto sin reconocer del boxeador, y todavía tiene un papel en la serie, aunque sea del que limpia los baños en el gimnasio) para conseguir su estatuilla antes de que se la regalen honorífica.
No creo que SPOTLIGHT pase a la historia de los grandes Oscar…
A la favorita y perdedora EL RENACIDO le faltaba ser algo más complaciente con el espectador, haberle proporcionado algún tipo de catarsis, porque sale uno de verla hecho literalmente mierda, y además, sin otra cosa a cambio que la enorme espectacularidad de la película y la visión de un cine abrumador y perfecto; pero, hombre, Iñárritu, dame también una alegría, un motivo, un algo que merezca la pena para aguantar la catarata de desgracias que le pasan a DiCaprio, que se ha ganado el Oscar a pulso.
Como suele ser habitual, el apartado actriz es lo mejor de todo: las cinco lo merecen, Brie Larson, sí, pero también, Saoirse Ronan, Charlotte Rampling, hombre, si estaba genial, y ¡Cate Blanchett!, y Jennifer Lawrence…, hasta las secundarias se merecían el principal: Rooney Mara, Jennifer Jason Leigh (que recibe más que DiCaprio en la película de Tarantino)…, y por supuesto Alicia Vikander, que era todo en “La chica danesa”…
… Y muchas cosas más de los Oscar que resumiremos en una imagen:
