Este fin de semana se pueden poner las botas todos aquellos que disfrutan viendo cuatro o cinco películas de estreno al día: títulos de todos los colores y tamaños para meterse entre pecho y espalda más de media docena de ellos sin pestañear. Deberían tener previsto las salas un abono fin de semana para estos casos: un entro-salgo-entro en las multisalas por un módico precio. A ver, por gustos:
Los spielbergianos, los que buscan emociones y fantasías, tienen la de Juan Antonio Bayona
Los apasionados y líricos, la biografía de Emily Dickinson
Los amantes del cine animado, gamberro y procaz, de cabeza a “La fiesta de las salchichas”
Los amantes de Saura, o de la música, o del buen gusto,
Jota de Saura (no he encontrado el enlace en la web y pongo éste otro que no sé si funciona…, en fin, como tantas otras cosas)
Un retrato insólito de un artista pintoresco:
Una invitación al viaje y a los buenos placeres cursada por el inaprensible Winterbottom
Y siempre hay a quien le gusta un mamporro bien dado:
Y si alguien presenta, a la vuelta del fin de semana, las entradas que acrediten que se ha visto todas estas películas, la asociación de exhibidores le garantizan una cesta navideña de esas en las que asoma, entre latas y botellas, la uña negra de un jamón. Un fin de semana para tener más entradas que Iniesta.
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