Oti Marchante el 23 may, 2013 Ha llegado Adéle y ya nada es lo mismo. La película de Kechiche se ha liado a escobazos con todas las favoritas hasta ahora y ya nadie duda de que está en el palmarés y además en lugar donde se cogen los mejores cocos. Pero antes de seguir, quiero dejar el enlace con la crónica de hoy, donde hablo fundamentalmente de la pelis mexicano-española y de la argentina y también un poco española. “La vida de Adèle, capítulo 1 y 2” es todo lo que hayáis leído y más: una filmación a pie de obra de cómo se origina, arrebata, desarrolla y grana un amor entre dos jovencitas, que protagonizan la asombrosa Adèle Exarchopoulos y Léa Seydoux con tal entrega al sexo, la pasión, la ternura y el embeleso que uno pasa del asombro a la fascinación y al vínculo. Es una de esas pelis absolutas, incluso desmedidas, una exprimidora…, y por lo pronto desbarató el protagonismo de Alexander Payne y su “Nebraska”, película que a mí me ha gustado mucho y a la que le encuentro el cable de conexión con “Los descendientes”. Padre con la cabeza ida, hijo comprensivo y con natural querencia, viaje hasta el lugar del padre, donde aún quedan restos de amigos, familia, raíces… Mucho sentido del humor y de la tristeza, gran retrato en blanco y negro de la empanada de un tipo de sociedad americana, gran interpretación de Bruce Dern… Pero, Adèle es mucha Adèle. Otros temas Comentarios Oti Marchante el 23 may, 2013