Día de estrenos que tiene un pequeño o gran margen para la polémica. Aquí se considera ‘Tideland’ poca cosa, y en todo caso fallidamente artística, aunque la libertad de su creador sea infinita (hacer las cosas con absoluta libertad no significa siempre hacerlas bien, creo). Hay otros estrenos, algunos más comerciales, como ‘Ocean’s 13’… En fin, abrimos nuestra ventana a las críticas abecedarias de la semana.
Boy Culture: (no lo hallo)
… A vueltas con la caja tonta (T. García):
Y considero que es un día ejemplar para discutir sobre un asunto interesante, que apunto algo más arriba. La libertad del artista es un bien incalculable, pero ella en sí misma ni garantiza ni valúa en términos de calidad. Viene al caso por lo de Terry Gilliam y su libérrima película ‘Tideland’. Que nadie piense que abogo por lo contrario, ¡por favor!, no contemplo los supuestos alicientes que tiene para el artista la falta de libertad (caso, tantas veces mencionado, del cine de Berlanga, tan fino y excelso durante los peores periodos de la censura franquista). La libertad y el arte son cosas muy notables, pero distintas; a veces, incluso, hasta se ahuyentan la una al otro. Pero eso es otra historia. De ahí que pueda decirse que Tideland tiene una nota máxima en libertad y mínima en logro artístico. Por supuesto, a mi modo de ver.
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