Que la controversia, la barbaridad o las ganas de provocar no nos impidan ver lo que hay de gran cine en ‘Anticristo’…
Aunque, tal vez quien realmente lo impide no sea eso, sino sencillamente su director, Lars Von Trier, que interpone lo más siniestro de su ego entre el público y su película. Con lo cual, ya no será tan grande su cine (¿?)
No es fácil verla, pero, si se ve, es casi imposible degustarla, pues el director sitúa el ‘tono’ de sus imágenes en un lugar tan extremo que llega un momento en el que se podría dar de bruces con lo cómico: el mayor de los dramas, entre risas histéricas por la pasión de su director por el pasote. Hay algunas escenas que son ridículamente obscenas o sádicas o grotescas…
No es, claro está, una película recomendable, pues serán muy pocos los ‘sanos’ que la disfruten. Personalmente, siento que ‘Anticristo’ sea tan fallida (entiéndase lo de fallida) y tan incapaz de poner más arriba, o anteponer, el talento que las ganas de hacerse el estupendo de su director. Aunque creo sinceramente que Lars Von Trier está más chalado que cuerdo.
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