Las réplicas nuestras de cada día
En Japón uno no se despierta por el pitido de la alarma, sino por el zarandeo de la cama. Y no me malinterpreten; no me refiero a que, entre crónica y crónica, me haya dado tiempo a encontrar una salvaje…
Tras un biombo chino
por
Pablo M. Díez
En Japón uno no se despierta por el pitido de la alarma, sino por el zarandeo de la cama. Y no me malinterpreten; no me refiero a que, entre crónica y crónica, me haya dado tiempo a encontrar una salvaje…