En Malasia, donde la monarquía no es hereditaria sino rotatoria entre los sultanes de nueve estados, los príncipes no se disputan el trono, sino las prebendas reales. Es el caso del Bentley de lujo que, valorado en más de 400.000 euros, ha enfrentado a dos hijos del sultán de Kelantan, Tengku Ismail Petra.
Mientras el padre sufre una enfermedad del corazón, el príncipe Tengku Muhammad Fakhry Petra ha demandado ante los tribunales a su hermano mayor, Faris, porque éste le había quitado el Bentley aprovechando que había salido del país para viajar al extranjero.
Tras varios meses de litigio ante los jueces, que incluso llegaron a tildar el caso de “frívolo”, los dos hermanos parecen haber alcanzado una solución salomónica para repartirse el Bentley y que ambos puedan conducirlo. Pero la disputa ha empañado la imagen de la monarquía en Malasia, ceremonial aunque muy respetada por la mayoría malaya musulmana.
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