En la India, donde la esperanza de vida apenas supera los 60 años, no sólo hay quien rebasa dicha edad, sino que hasta se permite el lujo y el esfuerzo de tener hijos en un momento de la vida más adecuado para cuidar a los nietos o, incluso, a los bisnietos. En los últimos meses se han registrado en este país varios casos de padres a los 90 años que han sorprendido a la opinión pública y han puesto en duda muchos mitos sobre la reproducción y la sexualidad en la tercera edad.
El más notorio de todos ellos es el de Nanu Ram Jogi, quien pasa por ser el progenitor más viejo del mundo porque el pasado mes de agosto tuvo una hija a los 90 años. Antes que él, el padre más mayor del planeta era el australiano Les Colley, quien engendró un vástago a los 92 años, pero murió en 1998 justo antes de llegar al siglo de edad.
De aspecto frágil y ocultando con un poblado mostacho los pocos dientes que aún conserva en la boca, Nanu Ram Jogi, un campesino del estado de Rajastán, atribuye la clave de su virilidad a que come todo tipo de carne: conejo, cordero, pollo y animales salvajes que cazo cada día en la frondosa selva que rodea a nuestro pueblo.
Pero, tal y como explicó recientemente a los medios indios, Nanu Ram Jogi, que vive en la aldea de Panch Imli, también guarda otro secreto. Las mujeres me quieren, razonó con toda lógica el anciano, que tiene tres esposas y no puede recordar exactamente cuántos hijos le han dado en total.
Entre su prolífica descendencia, calcula que hay doce varones, nueve mujeres y al menos veinte nietos, que pueden parecer mucho pero no suficientes para Nanu Ram. Puedo vivir todavía varias décadas más y quiero tener hijos hasta los cien años. Después puede que sea el momento para parar, prometió a la televisión india sosteniendo entre sus brazos, con bastante poca maña por cierto, a su última hija, Girija Rajkumari.
La criatura es el fruto del nonagenario campesino con su tercera esposa, Saburi, quien tiene 50 años y era la mujer del hijo de Nanu Ram. Pero, cuando éste falleció hace diez años, el anciano le hizo un hueco en su familia y también en su cama y se casó con ella, que desde entonces le ha dado siete descendientes.
Como suele ocurrir en numerosos pueblos de la India, todos ellos viven en perfecta armonía en la casa familiar junto a sus hermanastros y a las otras esposas del veterano y experimentado padre. No en vano, éste se casó por primera vez en 1942, cuando tenía 25 años, el mundo estaba en guerra y la India era aún una colonia británica.
Con Lalki, su primera esposa, tuvo una hija, Sita Devi, un año depués, pero luego volvió a casarse de nuevo a los 50 años con otra mujer, Punni. La tercera esposa, su nuera, vino en 1997 cuando ésta enviudó de su hijo y él tenía 80 años.
Pero el caso de Nanu Ram Jogi no es el único de la India, donde Ratnakar Nath, del estado de Orissa, tuvo un hijo el pasado mes de junio a los 83 años.
Además, otro campesino de 88 años de Rajastán, Virmaram Jat, tuvo por fin el pasado verano al varón que había estado esperando toda su vida. Como su primera mujer, Maloo Devi, de 85 años, no había podido darle un vástago, no dudó en buscarle a su marido una nueva esposa que cumpliera su sueño. Se trataba de Jamna Devia, una hija de su propia sobrina que tenía 22 años cuando un más que maduro Virmaram Jat se casó con ella en 1961.
Por desgracia para él, la mujer falleció en 1983 dándole sólo una niña, por lo que la primera esposa volvió a acudir en ayuda de su marido. Esta vez encontró a Gamo Devi, quien tenía 45 años menos que Virmaram Jat pero no le importaba esta diferencia de edad porque procedía de una familia muy pobre.
No en vano, la extraña proposición de matrimonio formulada por la primera esposa venía acompañada de una considerable extensión de tierra en el distrito de Barmer y un buen número de vacas, camellos y cabras.
Ya sea por la emoción de la dote o no, lo cierto es que la nueva mujer del anciano, Gamo Devi, dio a luz a gemelos el pasado mes de julio, pero uno de ellos murió en el parto que tuvo lugar no en el hospital, sino en la choza familiar.
Estoy contento de que los dioses hayan respondido finalmente a mis plegarias, aunque sería doblemente feliz si el otro bebé hubiera sobrevivido, manifestó al diario Times of India Virmaram. Al igual que Nanu Ram Jogi, el padre más viejo del mundo, éste también tiene un secreto para mantenerse más que en forma: Ando todos los días diez kilómetros y desde que era niño tomo tres o cuatro litros de leche de camella. Soy vegetariano, desayuno y hago tres comidas al día y jamás he fumado ni bebido alcohol, algo que hay que evitar si se quiere disfrutar de una vida sexual plena.
Y así, con esos consejos, que pasen otros cien años creciendo y multiplicándose.
Fotos de Virmaram Jat, su primera mujer, Maloo Devi, y su nueva esposa, Gamo Devi: “Times of India”
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