No es fácil volar en tiempos de pandemia, y menos a China, que tiene sus fronteras cerradas desde marzo del año pasado para prevenir el coronavirus. Tras una maraña de solicitudes y códigos QR después de pasar dos pruebas PCR y un análisis de sangre, solo pueden entrar en el país los chinos y extranjeros con permiso de trabajo. Nada más aterrizar y ser sometido a otra prueba PCR, aguardan 21 días de cuarentena encerrado en un hotel que, además, debe pagar el viajero. Así es viajar a China ahora:
Otros temasSociedad Pablo M. Díezel