El entrenador del Real Madrid ha dicho que continuará en el Real Madrid. Tiene contrato hasta 2020, pero sabe que el futuro de un técnico es más peligroso que el de un pavo en Navidad y asume que los contratos valen poco cuando las cosas van mal. Zidane ha decidido continuar. Ha vivido malos momentos en la Liga y en la Copa, en la que se equivocó al reservar a los mejores frente al Leganés, pero ha devuelto al verdadero Real Madrid en la Champions. Zidane es Champions, Zidane es Real Madrid. Y el Real Madrid es Zidane.
Florentino Pérez piensa que Zinedine es el mejor fichaje que ha hecho en la entidad. Lideró como jugador al equipo en la consecución de la Copa de Europa 2002 y ahora, como entrenador, ha devuelto la normalidad al club en un puesto tan volátil como el del banquillo. Zizou entiende la idiosincrasia del Real Madrid y su amor eterno por la Champions. Ha vivido dos triunfos en la Copa de Europa como responsable de la plantilla y no ha perdido una sola eliminatoria en la competición. Es un caso único.
Zidane se queda porque el público madridista le respeta, nunca le ha pitado. Es un mito en activo que trabaja y funciona bien, que acrecienta su valor como mito. El Real Madrid le quiere porque Zidane es respetado por la afición y no tiene oposición. Es la mejor manera de poder trabajar a gusto y con eficacia, con la única presión de los resultados, que en el Real Madrid es constante.
Zidane se queda para llevar a cabo la renovación de la plantilla, necesaria. Hay jóvenes que se marcharán a adquirir minutos. Y se necesitan unos cuantos refuerzos. Nadie mejor que el francés para hacerlo, junto a Florentino Pérez y José Ángel Sánchez. Hace falta un portero y un delantero. Lo saben.
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