Zidane entonó el mea culpa con objetividad. Se equivocó de cabo a rabo del lobo del Wolfsburgo. El hecho de contar con Cristiano, Benzema y Bale le obliga a mantener un sistema 4-3-3 que convierte en un 4-5-1 en defensa si Bale y Benzema ayudan a destruir, cosa que no realizaron en Alemania, de manera que la derrota se fraguó en el dominio centrocampista germano a partir del cuarto de hora del partido. Con esas deficiencias no se puede vencer en Europa. Algunos de los jugadores del Real Madrid quieren vivir en el club y del club con un fútbol antiguo que no puede triunfar en la Champions.
Esos futbolistas no tienen poderío físico ni resistencia para hacer el doble trabajo de atacar y defender. Y hoy en día, si no atacas y defiendes con presión no eres nadie. Miren el Barcelona, en el clásico ya no tuvo poder físico en el segundo tiempo frente al Real Madrid y cayó con estrépito, con un 1-2 que pudo ser un 1-3 si Hernández Hernández no hubiera anulado el golazo de Bale. Luis Enrique cometió el error de sentar a Rakitic en beneficio de Arda y el hundimiento fue absoluto. En Alemania, Zidane cometió el fallo de no introducir un cuarto centrocampista cuando Benzema se lesionó y el hundimiento fue similar al azulgrana.
No se entendió que Zinedine sacara a Jesé, que no demostró nada, cuando el Real Madrid no podía con los alemanes, superado en el centro del campo. Isco tenía que haber salido en ese momento, en el minuto 40. El francés reconoció su equivocación al sentar a Kroos y Modric en el segundo tiempo. Los dos fueron el negativo ejemplo de ese Real Madrid sin fuerza para realizar la presión necesaria para triunfar. Hay que hablar claro, porque el análisis interno del club es así de claro: este Real Madrid no está preparado físicamente para soportar dos grandes encuentros en cuatro días.
Hablemos con sinceridad. Modric falla en los grandes encuentros. No tiene físico para estas luchas. Kroos tampoco da más de sí. Y la defensas es un desastre. Ramos no ha vuelto a ser el mismo desde que decidió la Champions y el Mundial de Clubes en 2014 con dos cabezazos. Renovó en 2015 con un dineral por sus servicios prestados, no por el rendimiento demostrado a partir de la segunda parte de la temporada 2014-15, que denotó el descenso de nivel que hoy persiste. Marcelo no es un defensa y con esa está dicho todo sobre el boquete que deja en el Real Madrid. Y Danilo no es mejor que Carvajal, que brilló en el Camp Nou. Si Cristiano no acierta, el fracaso es evidente.
Se hace imprescindible una revolución en julio. La llegada de jugadores modernos que tengan esa potencia para presionar y atacar. El Real Madrid necesita un rejuvenecimiento. Modric, Cristiano, Ramos y Pepe, cuatro hombres del pasillo de seguridad, superan los 30 años. James e Isco no han aportado esa savia. Y el equipo necesita un cambio de actitud. Zidane se equivocó en Alemania, pero esta plantilla no es suya. Intenta que estos futbolistas hagan el sistema de presión que exige, esa intensidad que ya incluso les ruega, pero no la hacen. No dan de sí. En el verano pedirá cambios. Quiere otro Real Madrid. Y el club también.
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