Zidane, la imprescindible catarsis del 27 de febrero: el 4-4-2

Zidane se encuentra en la diatriba de repetir su historia: la imprescindible catarsis. El 27 de febrero sufrió un golpe parecido, más grave, pues perdió la Liga en el derbi (0-1, gol de Griezmann en el Bernabéu). Su reacción inmediata creó el Real Madrid campeón de Europa.
Aquel 27 de febrero, el entrenador blanco criticó con dureza a sus hombres, en privado primero y en público después, por su falta de entrega. No pudo admitir que los rojiblancos de Simeone ganaran 0-1 corriendo más que el Madrid, pues el Atlético había disputado tres días antes 120 minutos de órdago frente al PSV, con penaltis y sufrimiento.
El francés revolucionó entonces el equipo. Necesitaba hombres de lucha sin fin que equilibraran la batalla física, porque como él dice siempre, en el fútbol de hoy no se vence solo con calidad. Hay que manifestarlo abiertamente: el Madrid jugó cuatro días después en campo del Levante y alineó a Casemiro, Pepe y Lucas. Sentó a Isco, James y Varane. Fue la imprescinible catarsis. De verse despedido a final de temporada si no encontraba soluciones, como él mismo expresaba, Zinedine pasó a revolucionar el equipo, tener poderío físico y ganar la Champions, además de quedarse a un suspiro de conquistar esa Liga que en febrero estaba perdida. Ahora, la historia se repie. Y Zizou debe repetir su catarsis.
Sabe bien que en su equipo hay jugadores que no defienden y no quieren defender. Solo juegan a favor de obra, con balón. Y el problema es que además corren menos que los rivales. Y conocen las soluciones. Kovacic debe jugar siempe en los partidos complicados. Es el relevo de Casemiro. Y habrá encuentros es los que deberán jugar los dos y sentar a un estrella de la BBC. Así de claro. A no ser que todos los centrocampistas y los puntas se pongan de nuevo el mono de trabajo y defiendan.
Lo malo es que lo hacen en algunos partidos, cuando ven las orejas al lobo, pero la cabra siempe tira al monte. Son fichajes realizados porque juegan bien con balón, son figuras, no están hechos para destruir y vigilar al enemigo.
Zidne tiene la solución en su cabeza. Falta aplicarla. Un 4-4-2, con Casemiro, Kovacic, Kroos y Modric en el centro del campo cuando estén recuperados. Casejiro y Kovacic corren po dos cada uno. Son clave ante los encuentros difíciles. Hay que sentar a alguna figura. Pues en ello le va el futuro.