La situación profesional y social del Real Madrid es diametralmente opuesta a la que soporta el Barcelona, inmerso en una crisis institucional que ha provocado la dimisión de Bartomeu, la jugada política de la Generalitat para echarle y la convocatoria de elecciones. La relación de Florentino Pérez con sus entrenadores y futbolistas es óptima y tiene en su diana a un único enemigo: el Covid-19. Los técnicos y jugadores de los primeros equipos de fútbol y de baloncesto, los profesionales del Castilla y los grandes ejecutivos de la empresa firmaron con el presidente durante la primera ola de la pandemia un acuerdo que supuso una reducción salarial del 10 por ciento, que se convirtió en 39 millones de euros de alivio para las arcas de la entidad. Florentino Pérez y Sergio Ramos fueron los principales gestores de aquel pacto, mano a mano, cara a cara. Los quinientos empleados directos de la casa blanca aplaudieron un convenio que evitó que sufrieran rebajas de sueldos. Los representantes sindicales de todas las tendencias alabaron el pacto.
Conscientes de la crisis económica que generaba el coronavirus, los pupilos de Zidane se negaron a percibir posteriormente los 30 millones de euros correspondientes al título de liga y a la Supercopa de España conquistados la pasada temporada.
Con la apretura del cinturón en el capítulo de gastos y con esa ayuda de los deportistas, los números del curso anterior fueron salvados por el club con un superávit de 220.000 euros. Pero ahora hay que salvar los muebles de la campaña 2020-21 y Florentino Pérez desea acordar con los futbolistas otra rebaja de sus emolumentos, porque el Covid-19 amenaza con mantener cortadas las fuentes de ingresos hasta marzo, lo que significa otro año con la tienda cerrada en todos sus ámbitos, desde el merchandising a las taquillas pasando por las cuotas reducidas de socios y los abonos sin cobrar.
–Presupuesto, de 822 a 650 millones–
El presupuesto 2020-21 descenderá de los 822,1 millones del curso pasado a los 650, similar a los 671 millones de la campaña 2016-17. El máximo responsable del Real Madrid ha recaudado 136 millones de euros en traspasos y cesiones de 19 futbolistas, pero necesita otro ahorro de sueldos para cuadrar las cuentas en números azules, aunque sean mil euros. Ramos, enlace en la negociación con el presidente, ha conseguido que su plantilla acepte otra reducción, pues son conscientes de la gravedad de la crisis. Asumen que no pueden mantener sus emolumentos, que se pagan de unos ingresos hoy cercenados de raíz. El dilema es el porcentaje del recorte, que puede oscilar desde el 7 por ciento, lo que supondría 26 millones, hasta el 12 por ciento, lo que significaría 46. La empatía de la plantilla blanca con su presidente constrasta con la guerra interna que se ha vivido en el Barcelona.
El litigio de la reducción salarial es diametralmente opuesto en sus planteamientos. Diálogo en el Real Madrid y posiciones muy distantes en el club azulgrana. Piqué y otros líderes del equipo han renovado rebajándose su salario a cambio de tener más años de contrato. Pero la gran parte de la plantilla no aceptó otra reducción de sueldos. Bartomeu y sus directivos se van, pero la crisis económica del Barcelona sigue ahí y la rebaja salarial no se ha aplicado en muchos jugadores porque hasta ahora se han negado a aceptarla
. El Real Madrid y el Barcelona son el sol y la luna, como se observa. Y la deuda económica, también.
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