Un gran compañero me recuerda la impresentable portada de un periódico catalán que en 2012 publicó literalmente qué Florentino Pérez fichaba a Modric por 42 millones para tapar vergüenzas ¿Qué vergüenza tenía que pagar el Real Madrid que había sido campeón de Liga? ¿Qué vergüenza significaba para Florentino Pérez contratar a uno de los mejores centrocampistas del mundo, criticado y menospreciado desde esa Barcelona azulgrana y radical que solo se mira el ombligo?
Modric acaba de aniquilar a Messi. Modric acaba de aniquilar a Argentina. Desde hace unos años, el aficionado barcelonista, que no es tonto por mucho que le manipulen, reconoce que el futbolista que más les ha impresionado en estos últimos tiempos ha sido Luka Modric. El croata fusiló a la Argentina de Messi con un golazo. Fue la rúbrica de un gran partido del equipo europeo, que radicalizó el ridículo de la Argentina de Leo.
La prensa barcelonista debería mirarse menos el ombligo, ser menos forofa y tener un mínimo de visión objetiva, porque Modric ha ganado en estos seis años cuatro Champions y un sinfín de títulos más. Modric les contestó bien con un golazo. Nunca el Real Madrid invirtió mejor 42 millones de euros.
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