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Blogs Tiro al blanco por Tomás González-Martín

Zidane pide a la afición del Madrid que apoye ahora y les juzgue en junio

Zidane y Ramos piden esa ayuda del público. Está en su derecho de no hacerlo, pero lo cierto es que el Bernabéu está mal acostumbrado con tantas Champions en su haber. No valora lo que el club ha conseguido. El Atlético, el City y el PSG no tienen ni una

Zidane pide a la afición del Madrid que apoye ahora y les juzgue en junio
Real Madrid's French forward Karim Benzema (R) celebrates after scoring during the Spanish league football match between Real Madrid CF and Club Atletico de Madrid at the Santiago Bernabeu stadium in Madrid on February 1, 2020. (Photo by OSCAR DEL POZO / AFP)
Tomás González-Martín el

 

Benzema es un ejemplo perfecto de la presión que sufre el Real Madrid en su estadio, ante su afición. Seamos francos: el club blanco no puede continuar así, jugando con miedo en casa, afectado por los murmullos de unos seguidores exigentes que pronto se olvidan los éxitos conseguidos y brindados hasta hace un año y medio. Es una afición aburguesada, mal acostumbrada a brindarle Champions como el que compra dátiles en la esquina. Y conquistar las Copas de Europa es muy difícil.

Fíjense si será difícil que el Atlético, el Valencia, el Manchester city, el Tottenham y el PSG no saben lo que es eso. Y el City y el PSG se han gastado más de 2.000 millones de euros en fichajes durante años y más años para conseguirlo. Y nada. El Real Madrid gana cuatro en un lustro y parece que es sencillo. No se valora. Es una afición, la madridista, ingrata.

Qué pronto aparcan los forofos los triunfos únicos que ha celebrado este club. Ha festejado en el siglo XXI y en esta segunda década los mismos grandes éxitos que Di Stéfano y Gento consiguieron en los años cincuenta de la centuria pasada. Esta era es comparable a aquella, que abrió el camino del Real Madrid hacia el liderazgo mundial. Hoy, el Real Madrid ha consolidado ese liderazgo mundial.

Se puede criticar si hay que fichar un delantero o un utillero, un médico o un central, pero no reconocer esta verdad es vivir en un mundo aburguesado, mal acostumbrados los seguidores a ganar cuatro Champions en cinco años, cosa que solo hizo otro club en la historia: el “otro” Real Madrid, el de Di Stéfano y Gento. El “otro” Real Madrid que empezó con el liderazgo mundial que hoy, setenta años después, se ha consolidado.

El Bernabéu no es un público agradecido, la verdad y lo reconocen los madridistas en las gradas. Está en su derecho. Paga y hace lo que quiere, pero aunque pague hay que decir que la mayoría de la afición del Bernabéu es injusta con muchos jugadores y con el equipo en general. No se ganará nunca, no, el título de afición incondicional, como se lo ganan los seguidores del Betis o incluso del Atlético. Admitámoslo. En Chamartín, la mayor parte de los paganos son muy críticos. Es la idiosincrasia del Bernabéu, esa que ha pitado a Di Stéfano y a Zidane, a Cristiano y a Benzema.

Zidane y Ramos han pedido al madridismo que apoyen hoy al equipo para ganar al Barcelona, recuperar el liderato, acabar con una mala racha y reiniciar el camino hacia el título de Liga.

Benzema es una de los futbolistas que paga esa exigencia de la afición, que dificulta el juego del equipo por los nervios y la tensión. Suma 18 goles esta temporada, 13 en Liga, y no ha marcado en el campeonato español a lo largo de 2020. Su último tanto en el torneo lo firmó en Valencia, horas antes de la Navidad, en el 1-1 que el Real Madrid logró en Mestalla en el último segundo. Una diana en Copa, en Zaragoza, es su balance este año.

El delantero francés paga la presión que soporta el Real Madrid en los partidos en casa. El conjunto de Zidane juega más tranquilo a domicilio porque no escucha el rumor de la duda que se contagia en el graderío madridista cuando el gol no llega.

«Esto no puede continuar así», señala un profesional importante del club blanco. «No es de recibo que juguemos mejor fuera que en nuestra casa». Ni siquiera en la Champions, donde el público era diferente hasta hace unos años, funciona el antiguo apoyo incondicional al Real Madrid. «El ambiente ha cambiado mucho», advierte otro hombre de la casa.

En efecto, ahora vienen muchos turistas al fútbol y ya no se observa el dominio de los antiguos seguidores que venían de toda España a apoyar a su equipo.

El Real Madrid quiere, y debe, recuperar la ayuda de sus simpatizantes. «Que nos apoyen todo el año y que al final de la temporada emitan su veredicto», indica otro profesional de la empresa, veterano en mil lides.
Benzema ha sufrido durante mucho tiempo el juicio del público. Fue marcharse Cristiano y sentir los parabienes de una afición que por fin valoró su fútbol, cosa que no hacía antes bajo la sombra alargada de Cristiano. Hoy, el ariete quiere marcar y cerrar una racha de sequía que ha lastrado al equipo. Necesita, todo el Real Madrid necesita, la ayuda de la afición. Esa que el Barcelona siente en el Camp Nou siempre.

Aunque en Camp Barça se silbe a Bartomeu por lo que haga o haya dejado de hacer, luego los seguidores barcelonistas ayudan a sus equipo sin tapujos. Como en el Wanda se apoya a Simeone y al Atlético. Y eso produce puntos. En el Real Madrid no pasa lo mismo, la verdad, seamos sinceros. Y se escapan puntos decisivos.

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