El Real Madrid tiene su idiosincrasia muy definida. Si esta plantilla ha ganado tres Champions consecutivas se ha ganado la confianza de la entidad para que sean estos mismos hombres los que tengan la responsabilidad la próxima temporada. Sí, se ha ido Cristiano, el máximo goleador, de acuerdo, pero el análisis meditado de la dirección deportiva del club es que precisamente esa ausencia permitirá que Bale y Asensio tengan mayor protagonismo y disfruten de mayor libertad para explotar sus virtudes como rematadores, sin tener aquella obligación eterna de buscar a Ronaldo. Ya no habrá ese fútbol monopolizado hacia un solo ariete. Se abre el abanico y el reparto equitativo de juego beneficiará también a Benzema, atado durante nueve años a los movimientos del portugués. El informe del club subraya que son estos futbolistas, junto a Isco y Lucas, los que deberán crear y marcar los goles. Y asegura que la empresa no fichará un delantero este verano.
La ideología del Real Madrid es clara. El estudio de la plantilla expone que hay muchos delanteros, porque también se incluye a Mayoral y a Vinicius, y no se necesita contratar a nadie. El mercado nacional e internacional tampoco ofrece jugadores que mejoren ostensiblemente el nivel que el equipo posee. La filosofía que define esta posición del Real Madrid tiene otras dos vertientes, una futbolística y otra dempresarial. La vertiente puramente deportiva se basa en el respeto a la plantilla. Los capitanes y otros líderes del grupo opinan que si este grupo ha conseguido cuatro Ligas de Campeones en cinco años, además de otros muchos títulos, estos profesionales se han ganado el reconocimiento para continuar siendo los jugadores importantes del equipo. Si llegaran varios fichajes relevantes sería un menoscabo a su valía. Florentino Pérez y sus colaboradores han demostrado su máxima consideración a estos futbolistas ganadores al mantener su liderazgo. La vertiente económica está directamente ligada a la futbolística. El presidente dirige al club como una empresa y la reflexión que aplica con hechos es que si este plantel ha ganado las tres últimas Copas de Europa hay que rentabilizar estos éxitos y este equipo. No tiene sentido, desde un punto de vista económico, que el Real Madrid invirtiera cientos de millones cuando sus jugadores son los campeones de Europa y del mundo. «Deben ser los otros clubes, que no ganan la Champions desde hace años, los que deben realizar gastos, no nosotros», manifestaba un profesional de la casa blanca a ABC.
El fundamento anexo a esta posición es que el Real Madrid invertirá cuando no gane, porque eso significará entonces que hay que reforzar el equipo. Hay otro punto clave en esta forma de actuación: la entidad no quiere entrar en el juego de la Premier y del PSG de tirar cientos de millones en jugadores, muchos de los cuales no serían titulares en el Bernabéu. El proyecto ha triunfado con adquisiciones como Modric (42 millones), Ramos (28), Marcelo (6), Casemiro (15), Asensio (3,9), Isco (30), Kroos (25), Varane (11) y Keylor (10). Solo Cristiano (96) y Bale (91) subieron de precio. Ahora se han abonado 45 millones por Vinicius y por Rodrygo, a la espera de convertirlos en nuevos Mbappé dentro de unos años. Esta es la tesis de trabajo del Real Madrid.
