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Cristiano, el mejor goleador de la historia de la Liga: 1,09 tantos por partido

Tomás González-Martín el

Antes de enfrentarse al Celta, el ambicioso Cristiano ya pensaba en alcanzar a un mito del fútbol español, Zarra. El portugués sumaba, mientras se ponía su camiseta en el vestuario del Bernabéu, 248 goles en 227 jornadas de Liga. Se encontraba a tres dianas de la cifra idílica de Telmo Zarraonaindia, aquellos 251 tantos en 277 partidos que durante sesenta años han sido el récord de nuestro balompié. Hugo Sánchez se acercó al vizcaíno en los años noventa, hasta que un lesión de rodilla cortó su carrera en el Real Madrid en 1992. El mexicano se quedó en 234 goles. Finalizado el encuentro frente al Celta, el ambicioso Cristiano, el asesino del gol, acumulaba 252 dianas en el campeonato nacional. Había superado a Zarra en seis campañas y media en España. Ya solo le queda cazar a Messi.

El argentino es el líder de los goleadores de la Liga, con 305 aciertos en 337 jornadas,  con un promedio similar al de Zarra: 0,90 por encuentro. Pero el mejor rematador histórico del campeonato liguero es, indudablemente, Ronaldo. Sus 252 tantos en 228 encuentros suponen una media estratosférica de 1,09. Insuperable. Santillana afirma que para él es increíble que un futbolista pueda conseguir esa media de 40 o más goles en cada campaña del fútbol actual, marcado por los esquemas defensivos. El cántabro rememora que en su época era bueno anotar 20. Cristiano duplica esa cifra periódicamente en cada edición liguera.

El anhelo del luso durante todos estos años ha sido alcanzar a Zarra y después a Messi, una meta casi imposible, pues el argentino ha jugado ciento nueve jornadas más que él. Pero continúa empeñado en ello. Conseguida la plusmarca anotadora del Real Madrid, el portugués quiere ser el máximo artillero de la Champions, posición que mantiene, y sueña con el hito imposible de la Liga. Esa ambición alimenta su rendimiento. Y suscita la reacción de Messi, que compite con otra estrella que quiere ser el número uno.

Cristiano es el goleador por antonomasia de la Liga española, con ese promedio imposible, y muchos le silban y le odian. En el fondo, solo es envidia.

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