Cristiano Ronaldo sabe muy bien que el Real Madrid desea extender su contrato desde 2015 a 2017 o 2018, y asegurar su carrera de por vida en la entidad. Florentino Pérez quiere reconocer todavía más la valía del goleador portugués y le pretende ofrecer en un futuro próximo un contrato de 12 millones de euros netos por campaña, además del 50 por ciento de los negocios de su imagen y de los premios por títulos. Actualmente cobra 9,5 millones de euros netos anuales en la casa blanca.
El luso recibió en agosto una propuesta del París Saint Germain para percibir 18 millones netos por campaña y esa cifra es la que marea la situación. Pero, con todos los respetos, o sin respeto, no es lo mismo jugar en el Real Madrid y disputar la Liga española que militar en el nuevo rico PSG y tener la sosa Liga francesa como referente semanal. No hay color más que el del dinero.
CR7 tiene que tomar una determinación de su porvenir. Si quiere dinero, que se vaya al PSG. Si desea títulos, gloria, más récords importantes y dinero, debe firmar por el Madrid hasta los 33 años.
Hay un punto clave. La estrella quiere obtener el 80 o el 100 por 100 de sus derechos de imagen en el Madrid. Eso es imposible para Florentino Pérez, porque todos los futbolistas reciben el 50 por ciento de sus derechos de imagen y cobran más según su valoración individual. El club se queda con la mitad porque negociar como profesional del Real Madrid supone un plus publicitario evidente para todo el mundo. El jugador debe entender que hay reglas que son para todos iguales. Ya cobra más por tener mayor valor personal de marketing. No hay que romper la baraja. El Madrid le quiere. La afición le adora. Cristiano Ronaldo ha de tomar partido.
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