Tomás González-Martín el 20 oct, 2014 Usted, señor James Rodríguez, ha sufrido el acoso de quienes defendían a Di María para criticar a Florentino Pérez. Usted, señor Rodríguez, fue puesto en duda porque los críticos (fijos y discontinuos) del presidente no podían admitir que traspasara al argentino. La clave de la marcha del jugador fue otra mucho más abrupta: era Ángel (Di María) quien deseaba abandonar el Real Madrid para intentar ganar más dinero. Y lo había intentado desde hace dos años, pidiendo más plata cada verano. Y cada invierno. Usted, señor Di María, pasó a cobrar de 1,8 millones a cuatro millones de euros por temporada hace quince meses. Pero luego quería más. Y más. Y más. Eugenio López, su apoderado, calentaba el ambiente constantemente. El Real Madrid le ofreció entonces otro aumento,el definitivo: seis millones anuales. Y el futbolista dijo que era un insulto que solo le dieran seis millones. Es el dinero que recibió Xabi en su renovación. El que ganará Ramos esta temporada. Pero a Di María le pareció una ofensa. Fieles a su política de exigir más ganancias continuamente, ustedes, señor Di María y López, dijeron en julio, en pleno Mundial, que no conocían su futuro. Olvidaban que el señor Di María tenía contrato con el Madrid hasta 2017. Tanto tensaron la cuerda que el club tomó la decisión, ese mismo mes de julio, de fichar a James por 75 millones. El colombiano es un centrocampista distinto, con una zurda de arte, que da pases precisos (que se lo digan a Chicharito, que ha marcado tres goles con centros del colombiano) y con un remate demoledor. Es un buen goleador este James. Un futbolista de alto nivel, que además corre más que ningún otro mediocampista. Su capacidad de sacrificio nunca la tendrá Modric. Defiende de forma magnífica. Se ha convertido en un jugador completo tácticamente, en ataque y destrucción. James vino para suceder a Di María. Y cuando el argentino vio, en agosto, que nadie le pagaba los ocho millones que pedía a Florentino, quiso dar marcha atrás. Quedarse. Pero el Madrid le dijo no. ¿Qué es lo que no entendía el argentino del mensaje del Real Madrid? ¡Que ya no le querían! ¡Que habían contratado a James en su lugar! ¡Que le traspasaban! ¡Y que se buscara equipo! Di María tuvo que firmar por el Manchester United. Cobra 5,5 millones, aunque digan que percibe siete. No es cierto. El Madrid le ofrecía seis. Menudo negocio. James se ha hecho con un puesto en el once. Es indiscutible. Su calidad técnica conquista a Cristiano, que recibe asistencias letales de un futbolista que es capaz de crear y de marcar. Di María siguió el paso de Ozil y de Higuaín. El dinero primaba para ellos. Pues ya están dónde querían… ¿O no? Otros temas Comentarios Tomás González-Martín el 20 oct, 2014
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