Es un artista. Indolente. Días buenos y días malos. Conseguir su regularidad sería el sueño del Real Madrid. Es el reto. Quizá imposible, porque los artistas son genios y, por tanto, irregulares, capaces de picos de arte y pozos de desastre. El informe interno del Real Madrid sobre sobre Benzema es rotundo: si juega con actitud total, es el mejor delantero del mundo. No como goleador, que para eso está Cristiano, sino como segundo punta, para marcar y dar pases. El francés es considerado un diez que juega de nueve. En realidad, piensa Zidane, es un «nueve y medio», una mezcla de amas posiciones. Lo dice él propio Karim: «No pienso siempre en hacer goles, me gustar darlos, pienso en rendir para el equipo». En efecto. Es cierto. Pero necesita motivación. Si Benzema quiere, puede. Es el informe interno del cuadro técnico. El reto es motivarle. Demostrarle que ganar a los equipos modestos de la Liga es también importante. Porque a Karim le motivan la Champions y los grandes duelos. ¿Qué tipo de motivación? Benzema requiere que el entrenador le pida goles, pases, victorias, ser decisivo.
Muchas veces se deja llevar en la competición domestica. Es verdad, le motivan el Nápoles, la Copa de Europa, donde todo se juega a todo o nada. A veces, la Liga no le motiva, con rivales modestos que después crean muchos problemas. El reto del técnico es demostrarle que es fundamental hacer dos goles en El Sadar. El secreto para obtener el máximo rendimiento de Benzema es ese: «Ponerle metas. Motivado, es el mejor nueve del mundo», dice el club, «porque su calidad técnica y su visión de juego es insuperable. Mirad el pase a Cristiano en Pamplona. Como ese ha dado muchos». Exactamente, 85. El francés ha marcado 174 goles en el Real Madrid y ha dado otros 85 desde 2009. Tiene un promedio de 0,55 tantos por encuentro Es un delantero que ha superado en acierto rematador a Pirri (172), Butragueño (171) y Amancio (155). Ha alcanzado los 51 tantos en Champions, superando a Di Stéfano.
Hoy es el máximo rematador del conjunto blanco en la Copa de Europa, con cinco dianas. Todas estas cifras tan importantes para cualquier club y para cualquier jugador no lo han sido hasta ahora para el madridismo masificado. El aficionado siempre quiere más y piensa que el francés puede aportar más. Frente al Nápoles demostró que puede dar más. El informe secreto del club es que si Karim quiere, puede. El entrenador elogia a Benzema porque es capaz de hacer marcar goles a los compañeros y es el mejor «socio» de Cristiano en el césped.
«Karim» posee contrato hasta 2019 y en junio deberá negociar si renueva o si se decide que es mejor un traspaso. El club analiza que ahora ya no es momento de negociar con Benzema. Todas las operaciones quedan aparcadas hasta el final de la Liga y la Champions. «Es el máximo goleador de la Champions y nadie valora eso, le critican», advertía su jefe, «Zizou», antes de la victoria sobre el Nápoles. Su paisano salvó al Real Madrid en Varsovia (3-3) y en Lisboa (1-2 al Sporting). En su fuero interno, el que pocos conocen, «Karim» desea superar el récord personal de siete tantos que estableció en la Liga de Campeones 2011-12. Ya lleva cinco. Sus compañeros reflexionan que no se puede criticar a un delantero que suma 51 dianas en la Copa de Europa, empatado con Henry, a ocho de igualar a Shevchenko (59), a nueve de cazar los 60 de Van Nistelrooy. Y el sueño de alcanzar los 71 de Raúl. Messi, 93, y Cristiano, 96, son palabras mayores. Entre otras cosas, porque Benzema es el surtidor de goles de su amigo Ronaldo, que tanto le debe. Pero el partido jugado ante el Nápoles ha dejado clara una verdad: Si Benzema es motivado, es el mejor. Es un diez que juega de nueve. Nueve y medio.
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