Llegó Carlo Ancelotti en 2013 con el reto de conseguir un reto que perduraba doce años y lo consiguió a la primera. Para remate, nunca mejor dicho, Bale conquistó también la Copa. Se temía que el italiano se encontrara con una plantilla desgastada después de tres años de esfuerzo máximo con Mourinho y “Carletto” rompió el molde de todos los técnicos que tomaron las riendas rotas que dejaba Mourinho en cada club. Ancelotti levantó la ansiada Décima, derrotó al Barcelona en la final copera y realizó una temporada soñada, con el lamento de la Liga, tan cerca de ganarla, con tres equipos en plena irregularidad en las últimas jornadas de la competición.
Ahora, el ítalo comienza su segundo año y el lema es : más difícil todavía. Tiene seis títulos en disputa y dejó el listón muy alto en el primero. El Real Madrid se ha quitado de encima la obsesión de la Champions y la nueva edición la atacará con serenidad. Los jugadores saben que están capacitados para triunfar en ella. Ya lo han hecho. No hay dudas. Así se logró el triplete 1998, 2000 y 2002. Ahora es muy difícil repetir, porque se deben unir muchos factores para obtener esta copa, pero al menos no hay ansiedad.
Ancelotti siempre afirma que el primer fin es la Liga. La Copa de Europa y la Copa son torneos que pueden perderse en un partido. El campeonato nacional premia al más regular, al mejor. La Undécima estará en su pensamiento perenne, pero las 38 jornadas primarán su atención.
Hierro debuta a su lado. Solo ha firmado por un año, para ver si le agrada este trabajo. Fernando quiere probarse vestido de corto doce años después, al frente de un equipo. Zidane, en el Castilla, también estrena responsabilidad. Ancelotti aborda su campaña más dura, con seis trofeos en liza. No se arredra. Está acostumbrado. En el Milán siempre compitió en lo más alto, al borde del bien y del mal, con el precipicio al lado. Ganó dos Champions de jugador y otras dos como preparador en el club rojinegro. Ahora, en el Madrid, desea repetir la historia.
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