Asustado, aterrorizado. Solo tiene 22 años. Kylian Mbappé tiene miedo en el PSG. Sufre un acoso del club francés, con mentiras mediáticas, que le echan a la afición árabe en contra. Sabía el jugador que cuando se negara a renovar habría presiones, pero no esperaba que se llegara a la mentira. Las que dijo Leonardo, el director deportivo, al dar a entender que el futbolista expuso al club que se quería ir muy tarde, a finales de agosto, sin tiempo para hacer un fichaje, aunque la opción inesperada de Messi les cubrió todo el espectro. La estrella contestó a Leonardo y precisó que él explicó que deseaba el traspaso en julio, con mucho tiempo para buscar un relevo y con 180 millones para pagarlo.
Eso ha molestado mucho al internacional francés. Solo ha sido el último capítulo de un ataque constante de la empresa que le paga. A Mbappé le dio susto Nasser Al-Khelaïfi . “Da miedo cuando tu presidente dice ‘nunca saldrá libre’. Cuando escuché eso, tragué saliva. ¿Qué va a pasar aquí?”. El dirigente del París Saint-Germain fue aún más duro en sus palabras de lo que dice el jugador. Mostró su claro tufo dictatorial, el mismo tufo del país que mantiene al equipo artificialmente con dinero estatal del petróleo y del gas sin que ningún partido político de Qatar pueda criticarlo, porque no hay oposición: “Seré claro, Kylian Mbappé se va a quedar en París, nunca lo vamos a vender y nunca saldrá libre”.
Oficialmente, diga lo que diga el presidente del PSG y el emir de Qatar, el futbolista será libre el 1 de julio. Pueden sentarle en la grada, como han hecho con otros profesionales, pero quedará libre en ocho meses y podrá firmar por otra entidad el 1 de enero, con fecha ejecutiva del 12 de julio.
Todavía no se han atrevido a quitarle del once y dejarle en los graderíos, aunque todo es posible. Mbappé soporta este acoso y derribo. El quid de la cuestión es que el PSG está acostumbrado a hacer lo que quiere, a fichar con dinero de un Estado, pero no está acostumbrado a que alguien le diga lo contrario, a que alguien se quiera marchar sin coger su dinero. Compran futbolistas y más jugadores con dinero público del Estado de Qatar y creen que todo el mundo se vende por su dinero. Cuando uno les contesta que no quiere sus dólares, sacan su visión dictadora y dicen que Mbappé nunca se irá libre.
Estos hechos han enojado al jugador y por eso ha hablado, para disgusto del París Saint-Germain. Después, a partir del 1 de enero, Mbappé decidirá si renueva o se marcha. El Real Madrid espera con tranquilidad. La madre de la figura del fútbol francés dice que se está negociando esa renovación. Hay un sector del entorno del futbolista que desearía seguir en Francia, pero es Mbappé quien decide. Lo que no puede admitir son posiciones dictatoriales.
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