La fe de Florentino Pérez en Zidane no se ha roto por la mala racha de resultados. El presidente del Real Madrid opina que el francés es una de las mejores noticias que ha vivido el club, tanto en el año 2001, cuando le fichó como futbolista, como en 2016, cuando le contrató como primer entrenador. La dirección deportiva opina que el técnico y el equipo pagan las consecuencias de dieciséis lesiones sufridas desde el mes de julio que no han permitido alinear un once definido y que han provocado la ausencia de la mejor forma en la mayoría de los jugadores. La criba ha sido más física que deportiva. La empresa cree en Zidane y piensa continuar con el francés hasta final de temporada como mínimo. Después, en junio, ambas partes hablarán y determinarán el porvenir recíproco.
El Real Madrid escucha, que «Zizou» podría poner el cargo a disposición de la casa si es eliminado ante el PSG y el club responde que continuará al mando del plantel pase lo que pase ante el «equipo del Estado de Qatar», como ya es conocido entre los grandes de Europa. «Cuán largo me lo fiáis», decía Don Quijote a Sancho Panza, pues Zidane no medita ni un segundo en una derrota ante el conjunto dirigido por Emery. Piensa en superar al París Saint Germain. Y en ganar su tercera Champions consecutiva. Florentino Pérez siente lo mismo. Y si las cosas fueran mal en el futuro, sabe muy bien que nunca tendrá que despedir a Zidane. El marsellés será el primero en decir que deja el cargo para que venga otro entrenador a cambiar la situación.
El presidente ha vivido en primera persona la honestidad profesional de «Zizou». Sucedió en el año 2006. Al francés le restaba un año de contrato como futbolista, con una ficha de seis millones de euros, y expuso al dirigente que dejaba el fútbol porque ya no rendía como antes. Florentino Pérez intentó convencerle para que siguiera jugando. Disputaría menos partidos, pero su calidad no se había acabado y era indiscutible. El jugador se negó. Colgó las botas y le dijo al presidente: «Por favor, no diga a mi padre que he regalado un año de contrato porque con ese dinero viviría toda la Cabilia», la región argelina de la que proceden sus progenitores. Ese es Zidane. Ahora posee ficha hasta 2020 y todos saben en la casa que si las cosas no salen lo dejará todo en junio. El objetivo del entrenador es no dejarlo. Levantar al Real Madrid. «Nunca me rendiré. Es el lema de la casa, no rendirse y luchar hasta el final por todo».