Cuando el Real Madrid es mucho más que el dinero

Isco renueva por el Real Madrid hasta 2022 con una duplicación de la ficha, aunque las ofertas del Manchester City y de otros equipos ingleses fueran superiores económicamente. Marco Asensio renueva por el club blanco hasta 2023 con un aumento importante de sus emolumentos, aunque si escuchara propuestas de Inglaterra le darían más dinero. Pero en esta vida no todo es el dinero. Militar en el Real Madrid es una meta que pocos futbolistas consiguen. La envidia que genera en quienes nunca lo logran lo dice todo. Isco, Asensio y otros muchos jugadores ganan un gran salario en la entidad española, la más famosa en el mundo del fútbol, pero en la isla británica y en el PSG pueden ganar más. Sin embargo, en el Real Madrid se obtienen los títulos más importantes de la historia. Es lo que pretenden Isco, Asensio, Varane, Nacho y todos los hombres de Zidane: continuar haciendo historia en el Real Madrid y en el fútbol universal. ¿Y esto cómo se paga, además de con las primas? Triunfar en la Champions, en el Mundial de Clubes, en la Supercopa de Europa y en la Liga es impagable. No tiene precio. El prestigio no tiene precio. Y se cobra después con llamadas a la selección. Y se cobra lustros después con futuros contratos, cuando llegue la retirada, como comentarista o como profesional del club, como ahora hacen Butragueño, Raúl, Arbeloa, Chendo, Solari, Guti y tantos otros exjugadores. Hay que ver el bosque y no el primer árbol del dinero. Porque ser una institución en el Real Madrid es un éxito que dura muchos más años que la propia etapa de jugador. La casa blanca continúa con sus mitos de pantalón largo para siempre.

El Real Madrid es mucho más que dinero. Permite ser a un futbolista el mejor jugador en su mejor puesto, gracias a militar en el mejor equipo. Porque jugar con los mejores en el mejor equipo te hace mejor futbolista y te concede los mejores títulos. Miren a Varane, ganador de tres Champions con 24 años. Butragueño, un mito, nunca la ganó. Miren a Kroos, que en el Real Madrid lo ha celebrado todo en tres años, como lamentan en el Bayern, donde no creyeron en él. Por eso, por la relevancia del Real Madrid y sus éxitos, Cristiano nunca se ha ido. Por eso, Ramos no se ha ido. Por eso, Benzema no se ha ido.

Marco Asensio ha renovado para los próximos seis años. Isco, por cinco. Varane, por otros cinco. Carvajal, por cinco. Benzema, por cuatro. No es por dinero, es por continuar escribiendo las mejores páginas de la estruendosa leyenda del Real Madrid, que en estos dos últimos años estableció plusmarcas de obtención de títulos acumulados que no sumaron ni Di Stéfano ni Gento en la era gloriosa.

Son ellos, Varane, Isco, Asensio, Casemiro, Cristiano, Carvajal, Kroos, Modric, Benzema, Lucas, Marcelo, Keylor, Nacho, Bale, Kovacic, Casilla, los que han vivido esta época inolvidable en sus vidas. Esto no se paga, se obtiene con trabajo. Esa felicidad no tiene precio. Se podrá ganar mucho dinero en la Premier, pero estos títulos no se consiguen allí, sino en el Real Madrid. Aunque Villar y Sánchez Arminio frenen al conjunto blanco periódicamente en la Liga, con arbitrajes denunciables, en el resto del mundo no hay estas influencias negativas e impresentables y el Real Madrid triunfa por méritos propios. Tres Copas de Europa en cuatro temporadas. Tres Supercopas de Europa. Una sola Liga (de nada, Villar y Sánchez Arminio). Una Supercopa de España (a pesar de los árbitros). Dos Mundiales de Clubes, camino del tercero en diciembre. El Real Madrid es mucho más que el dinero. Es un objetivo de vida para la mayoría de los futbolistas.