La Asamblea del Real Madrid sacó a relucir en el apartado económico las medias verdades, que son las mayores mentiras, que el Barcelona mantiene ante su afición. Esa hipocresía de mostrarse cercano al independentismo que presiona a todas las instituciones catalanas, empezando por el Barcelona, esconde ante sus seguidores que el club solo podría sobrevivir si juega la Liga española. En la hipótesis surrealista de una Liga catalana, el Barcelona debería vender a todos sus grandes futbolistas para no desaparecer. Ahora mismo debe 324 millones. Si no jugara en España, nunca saldaría esos números rojos. Debería vender a todos sus grandes futbolistas para pagarla. Y Bartomeu y su directiva, por no decir todo el barcelonismo, lo saben.
La comparación entre la realidad económica del Real Madrid y del Barcelona surgió cuando los socios compromisarios Santigago Vilas y Fernando Villaverde, duchos en el capítulo económico, respondieron al opositor Carlos Mendoza, que denunciaba que la deuda del Real Madrid ascendía a 385 millones. Fernández Villaverde contestó a Mendoza con la comparativa de ratio de seguridad entre ambos grandes clubes. Manifestó que mientras la entidad madridista ingresaba 660 millones, récord mundial, la azulgrana obtenía 608. Precisó que los beneficios después de impuestos eran de 42 para la casa blanca y de 15 para el club catalán. Y señalaba el capítulo más importante: el Madrid destina a pago de jugadores y empleados 209 millones, menos del 50 por ciento de los ingresos de explotación, mientras el Barcelona supera el 70 por ciento de sus ingresos para pagar a sus futbolistas. La empresa que preside Bartomeu supera ahora mismo el límite del 70 por ciento que aconseja la UEFA para llevar una buena gestión. Lo mismo les sucede al Manchester City y al Chelsea.
Fernández Villaverde concretaba que el Real Madrid podría liquidar su deuda, sin desprenderse de ninguna estrella, en tres años, mientras el Barcelona necesitaría más de nueve, siempre que jugara en la Liga española. Santiago Vilas subrayó que el Real Madrid podría eliminar su deuda en seis meses reales. Y la cuestión que quedó pendiente es: ¿que pasaría con el Barcelona en ese surrealismo de no jugar en nuestra Liga? Sencillamente, que dejaría ser un club grande de Europa y se convertiría en uno del montón. Pero eso no lo dice Bartomeu. Ni los independentistas,que utilizan al Barcelona y el Camp Nou, con la anuencia del club, para sus peticiones de independencia.
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