El Real Madrid rechaza con rotundidad ese soniquete más o menos interesado de que el club no valora a Cristiano en su medida justa. No es cierto. La casa blanca paga a Ronaldo la mayor ficha que ha abonado en sus ciento diez años de historia, 9,5 millones de euros netos por temporada. Y le concede el 50 por ciento de sus derechos de imagen, que en su caso son monetariamente mucho mayores que en el resto de jugadores, por su alto precio en mercadotecnia. Otra cuestión es que el goleador quiera el cien por cien y que la entidad no ceda en este capítulo, porque la norma estipulada en la casa es el reparto equitativo de los derechos de imagen entre club y futbolista. El Madrid sí quiere a CR7. Sabe que es su estrella. Un jugador imprescindible en este momento. Desde hace un año analiza la mejora de su contrato, dado el cambio fiscal que se le aplicará a su ficha a partir del 1 de enero de 2015. Falta un año. Pero Florentino Pérez desea solventar el asunto el próximo verano. Cristiano firmó en 2009 un acuerdo por seis años, hasta 2015, con esos 9,5 millones de ingresos netos como punto de partida.
El Real Madrid pagará hasta el 31 de diciembre de 2014 unos impuestos del 24 por ciento, gracias a la «Ley Beckham», que pretendía dar entrada en España a los trabajadores extranjeros cualificados. Esa fiscalidad supone que el club abona 2,28 millones extra por los 9,5 que percibe la estrella. En total, CR7 cuesta cada campaña 11,780 millones. Esta legislación nacional fue variada posteriormente. Todos los futbolistas, como el resto de trabajadores españoles y extranjeros, pagan ya hasta el 52 por ciento de impuestos. Se concedió una prórroga de supervivencia a los viejos acuerdos al 24 por ciento, que expira el último día de 2013. Por tanto, Cristiano Ronaldo cotizará en 2015 al 52 por ciento. Eso significará un plus fiscal durante seis meses de 2,730 millones, dado que ese 52 por ciento anual sería 5,47 millones. Al Real Madrid, los 9,5 millones actuales se le convertirán en 12,230 millones en ese medio año de 2015. Pero la entidad pretende aumentarle sus ganancias. Y añadirle uno o dos años más de contrato, hasta 2016 o 2017. Si el jugador no quisiera extender su relación contractual, la casa sí le renovará en dinero. Lo que el Real Madrid ha dejado claro al luso es que la antigua inasistencia del presidente a los actos de entrega de premios no era un desprecio, sino una norma tradicional de la empresa. Ahora, Florentino Pérez ha roto esa filosofía y acude a todos los actos de los futbolistas. Estará siempre con Ronaldo. Desea que continúe por mucho tiempo en el equipo. Todo depende de él.
