La reciente metamorfosis de Renée Zellweger ha sido la noticia más vista, leída y comentada en los medios estos últimos días. La actriz apareció el pasado lunes transformada (y deformada) en la gala que la revista «Elle» celebró en Beverly Hills.
Y ha tenido las narices, con perdón, de declarar a la revista «People» que está diferente porque está en paz…
Le ha faltado decir que bebe dos litros de agua y duerme 8 horas!!!!
“Estoy más sana y feliz que nunca, y esa es la razón del cambio”. ¿Se creerá que somos tontos?
La oscarizada intérprete, de 45 años, se ha retocado el rostro. Mucho y mal, para la inmensa mayoría de sus fans. Su público cree que es, y debería seguir siendo, la chica mona que se enamora perdidamente de hombres imposibles, que al final descubren que su belleza está en el interior. Pero la protagonista de “El diario de Bridget Jones” ha querido interpretar en la vida real el rol de mujer fatal, con regular resultado.
¿Qué se ha hecho nuestro icono de la naturalidad?
Antonio Tapia, cirujano plástico del Instituto que lleva su nombre en Barcelona, cree que el cambio más notable es que está más delgada, “y adelgazar es un requisito que siempre pedimos antes de un lifting”. El lifting (del tercio inferior, en este caso) parece confirmado. Sus pérdidas contantes de peso han debido descolgar su piel, de ahí que haya sentido la necesidad de ‘recogerla’. Según Tapia “en los ojos se ha sometido a una blefaroplastia de párpados superiores e inferiores. Los tenía muy cerrados y ahora se ven más grandes”.
Jesús Sierra, director de la madrileña clínica Deam, es de la misma opinión, pero lo considera un error. “Se le han hundido los ojos y ha cambiado la expresión de su cara”, indica. “Tenía un ojo achinado muy coqueto y pícaro, provocado por un exceso de grasa en el párpado superior (pliegue palpebral). Al quitar esa grasa, el ojo se ve más redondo y con la blefaroplastia del párpado inferior han hundido el ojo en la cuenca orbitaria, y ha perdido su mirada seductora”.
En cuanto a los pómulos y la cola de las cejas, parece que están ligeramente elevados. “Hace pensar que le han realizado un lifting corto vertical”, afirma Antonio Tapia. “Las mejillas están más ‘chupadas’, y puede significar que le han realizado un vaciado del centro del pómulo y extirpado las bolsas de bichart (bolas de grasa debajo de los mismos que, al extraerlas, hunden la mejilla), añade.
¿La nariz? El doctor Sierra está convencido de que se la han perfilado, volviéndola más afilada y con la punta levantada. Como lo está de que hay botox en la frente. A este médico, pionero en infiltrar la toxina en España, no se le escapa que las cejas arqueadas de nuestra protagonista se han convertido en una línea recta, un efecto que entristece más, si cabe, su mirada. “Además han rellenado el pómulo con ácido hialurónico y quizá, sutilmente, la boca”.
Antonio Tapia, siempre tan sensato, advierte que “no se puede valorar el resultado final de una intervención inmediatamente después, porque no es el definitivo”.
Esperemos, por el bien de nuestra querida Renée, que el tiempo ponga todo en su lugar!!
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