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Autobronceado: Lluvia de color…estrellada

Teresa de la Cierva el

Os preguntaréis que hace una foto como ésta en un tema como éste. Tiene más que ver con el título, que con el post. Lo explico. Ayer empecé mis vacaciones con la piel tan blanca como la cama donde descansa el bellezón de la imagen. Pero, nada más llegar a la playa, me encontré con una amiga que estaba “chocolateada” como si llevara una semana bajo el sol. ¿Qué has hecho para estar ya tan morena?, le pregunté. “Seguir tus recomendaciones en ABC y darme una ducha autobronceadora, para afrontar dignamente el primer bikini”, me contestó. Pero, cuando me fijé en el resultado y le vi las palmas de las manos teñidas de marrón, las uñas amarillas y el pelo de las cejas zanahoria comprendí que el proceso del autobronceado sigue siendo una asignatura difícil de aprobar. Por eso, en un arrebato de culpabilidad (eso me pasa por dar consejos) he decidido escribir sobre cómo se debe tostar alguien bajo una lluvia autobronceadora, sin estrellarse (de ahí el título, de ahí la foto…)


Antes que nada,
tenéis que saber es que podéis elegir entre dos sistemas:

1-Las Cabinas de Lluvia de Sol se parecen a las de los rayos UVA, pero una vez dentro, te sientes más bien como en un lavadero de coches. Entras en el cubículo desnudo, te colocas con los brazos en alto y las piernas abiertas, y al pulsar un botón, te cae una lluvia micropulverizada de loción autobronceadora por todo el cuerpo durante 6 segundos. Después te seca un chorro de aire (vuelve la sensación de lavacoches) y tienes que esperar 5 minutos antes de vestirte para darle tiempo al producto a penetrar.

2-Con la Pistola Pulverizadora el proceso es bastante “humillante” (aunque a mí me gusta más el resultado): te quitas la ropa, te pones un tanga desechable (no es el más sexy de mundo), y de esa guisa, una especialista te va rociando la solución autobronceadora con una pistola de aerosol. “De frente”, “arriba los brazos”, “de lado”, adelante una pierna”, “ahora la otra”, “levante el cuello”, “dese la vuelta”… Y uno se va moviendo, al son que marca la esteticienne, durante 5 minutos.

El ingrediente que se utiliza es un derivado de la caña de azúcar que, al entrar en contacto con las proteínas de la piel, genera una reacción inmediata de bronceado, y va aumentando en las horas siguientes. No es un tinte sino una especie de “oxidación” de la piel, que te pone moreno con el mismo tipo de tonalidad que la de tu bronceado natural (dorado, mate, café con leche…).
Se puede escoger entre 3 tonos (claro, medio y oscuro). Como sucede con el sol, el DHA reacciona diferente con cada tipo de piel. Y lo que puede ser un color oscuro en una persona puede parecer dorado en otra. La primera vez yo os recomendaría escoger el tono más claro y, si os parece insuficiente, podéis subir la tonalidad en la siguiente sesión.

Pero vamos con las precauciones para que el color quede homogéneo (esto vale igualmente para los autobronceadores caseros):

ANTES
Hidrata bien tu piel para que el bronceado dure más tiempo (si la piel está seca se descama antes), pero no lo hagas justo antes de la sesión porque puede crear una barrera que impida la correcta absorción de los activos bronceadores. Por el mismo motivo, no vayas maquillada.
– Realiza una exfoliación previa para “barrer” las células muertas que estén en la superficie.
– Si tienes pensado rasurarte, hazlo el día anterior. Si la depilación es con cera, que sea un par de días antes.
– Lleva ropa interior negra porque el producto sigue actuando durante varias horas después de la aplicación y mancha la ropa clara (aunque luego se elimina con el lavado). Conviene que vayas vestido con prendas holgadas y de colores oscuros. No te pongas nada de nylon o seda porque el DHA (o agente auobronceador) reacciona con estos tejidos y podría causar manchas

DURANTE
– Para que no se tiñan las uñas, llévalas pintadas (con esmalte transparente es suficiente).
– Ponte vaselina o aceite en las cutículas, cejas, rodillas, tobillos, codos, muñecas y entre los dedos de las manos y los pies. Son las zonas que más se colorean y, si no les pones una ligera “barrera”, acaban más oscuras que el resto.
Cúbrete el pelo con un gorro de ducha (te lo darán en el centro, pero si no, pídelo) y no te olvides de dejar las orejas al descubierto.
– Colócate sobre una toalla para que, al moverte, no pises los restos del producto que caen al suelo y no se te tiñan las plantas de los pies
– Si tienes los poros de la piel muy abiertos, conviene que sepas que el DHA se cuela muy fácilmente por ellos y parecerá que tienes puntos negros. Piensa si te compensa…

DESPUÉS
Espera 4 horas como mínimo (si son 12 mejor) antes de ducharte, porque es el tiempo que tarda el DHA en terminar su tarea.
No nades o hagas deporte después de la sesión. El contacto inmediato con el cloro o con el sudor podría provocar reacción, y la sal marina seca la piel, por lo que el color puede perderse con más rapidez.
No te hagas una exfoliación inmediatamente después, a menos que quieras eliminar un exceso de color en algunas zonas. Tampoco uses cremas con ácido gicólico ni fricciones la piel con un guante de crin o toalla porque arrastrarás parte de la tinción.

¿A pesar de estos consejos no conseguís obtener un bronceado uniforme? Siempre podéis hacer como nuestra modelo: llenaros de estrellitas el cuerpo. Y a ver quién se fija en vuestro bronceado…

 

 

 

 

 

 

 

Tratamientos
Teresa de la Cierva el

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