Es imposible seguir las novedades que incorpora cada año Myriam Yébenes, directora de los Institutos Maribel Yébenes de Madrid y Málaga. Casi podría decirse que tienen una nueva cada mes!! Por lo menos, cada vez que paso por ahí o la veo por algún motivo, me cuenta las bondades de un nuevo aparato, mejor que el anterior.
La semana pasada estuvo en el programa de radio que tengo con Federico Jimenez Losantos, y nos contó que acababa de introducir un cabezal para fortalecer los brazos y gemelos de EM-Sculpt, el aparato de los 20.000 abdominales y contracciones de glúteos de los que os hablé en un post antes de verano.
Contó también que el mes que viene tendrá el nuevo Thermage (la radiofrecuencia más potente que hay en el mercado, por el momento) y que esta versión mejorada ha tardado casi 10 años en salir al mercado porque querían conseguir que doliera menos, fuese más efectivo todavía, y se pudiera repetir con más frecuencia (a los 6 meses en lugar de los 12-16 del anterior). Y parece ser que, por fin, lo tendremos disponible en unas semanas en sus cabinas.
Y por último, confirmó lo que yo temía, que tiene petada la agenda con las citas para el tratamiento con el láser AlmaQ que ha incorporado este verano, y que es por el que las dos hemos sentido el mismo flechazo!!
Myriam asegura que es el tratamiento más efectivo en rejuvenecimiento, eliminación de manchas y firmeza de la piel que tiene, pero a mi me parece que esa declaración enseguida se le quedará anticuada, porque la conozco, y en unos meses, tendrá otra máquina mejor!
Pero es verdad que este láser cumple todos los requisitos para convertirse en uno de esos aparatos que enganchará a las que (y los que), como yo, prefieren que su piel retroceda unos años con aparatología, en lugar de que con agujas.
Realiza dos tipos de “pasadas”: una con contacto casi directo con la piel (aunque el cabezal tiene un tope para que no llegue a tocarla, y quemarla), que tiene la misión de alisar arrugas, igualar el tono y afinar la piel fotoenvejecida (realiza 15.000 disparos en cada lado de la cara, cuello y escote), y otra más profunda (que paradójicamente parece más suave, porque el cabezal se aleja más de la piel), que calienta la capa más profundamente, estimulando el crecimiento de nuevo colágeno y compactando la piel (aquí se dan entre 5000 y 8000 disparos). La sesión en total es de 40-50 minutos, no más.
¿Por qué me gusta tanto a mi?
- Al no tener contacto directo con la piel no duele nada, simplemente molesta un poco el sonido, y en algunos momentos, cuando se “cruza” en su camino algún pelo más grueso de lo normal o de las patillas por ejemplo, suena a chispa y te pegas un buen susto.
- No enrojece ni altera de ninguna forma la piel, ni siquiera en las pieles más finas o delicadas. Sales de la sesión estupenda, porque tiene efecto flash, y luego con el paso de los días se va engrosando, y por tanto tensando, por el efecto de creación de colágeno.
- Se puede aplicar en cualquier época del año, porque no es fotosensibilizante. De modo que, si tenéis pensado ir a esquiar o a algún lugar de playa estas navidades, podéis hacerlo sin miedo.
- Desde la primera sesión, no he parado de recibir alabanzas sobre el estado de mi piel. Y yo me noto que he recuperado algo la firmeza (dentro de lo que se puede recuperar ya con mi edad), que tiene un cierto efecto de piel más “densa” (con la edad de afina, sí), y desde luego, que tengo la superficie más lisa y el poro más “prieto”. Hay una versión que aclara el melasma (esta no la he probado porque no tengo), pero me asegura Myriam que es la mejor opción que tiene actualmente porque no duele (ni enrojece) ni la mitad que el IPL u otros láseres.
La sesión suele terminar con un peeling de carbón activo (esto hay que pedirlo extra) que atrapa impurezas y todo tipo de metales o químicos depositados en la piel por la polución, algunos cosméticos etc.
Como veréis en mi foto, te extienden la mascarilla de carbón sobre toda la superficie, y el láser la va “fulminando” poco a poco, llevándose con ella todas las impurezas. Este final es un poco más molesto porque los “disparos” del láser aquí son como una especie de microchispas, y huele todo un poco a mina!!!
¿A quien le gustará este tratamiento? A los que quieren resultados más potentes que los de un facial manual en cabina, y quieran verse la piel más compacta, más lisa y ligeramente más tensa. Se desilusionarán quienes esperen una desaparición de arrugas (esos son pacientes de botox o infiltraciones), o que se “levante” un ovalo descolgado (esos necesitarán rellenos o, mejor aun, un lifting)
Precio:
Sesión individual, 600€; bonos de 4 sesiones (el numero recomendado), 450€/sesión