“Algunos hombres vienen a mi consulta y me piden que les reproduzca los glúteos de Banderas”, cuenta el doctor Ángel Martín, director de la clínica Menorca. ¿Qué los hace especiales? “Que sus nalgas tienen concavidad y convexidad”, explica este especialista. “Eso se puede conseguir quitando grasa de la cadera y colocándola en el muslo”.
Y no es la única peculiaridad que solicitan los españoles en las consultas de los cirujanos plásticos. “En las últimas semanas he tenido 3 pacientes que han venido para que les ‘dibuje’ la tableta de chocolate, y alguno me ha traído la foto del futbolista al que se quiere parecer”, asegura el Dr. Héctor Valdés, de la clínica que lleva su nombre.
Quitarse pectorales es otra intervención en alza, aunque se silencia porque para muchos representa cierta merma de su masculinidad. “A partir de los 45 años, por la bajada de la testosterona, más del 50% de los hombres tiene acumulos de grasa en las mamas. Si la cantidad de grasa es pequeña, se elimina mediante una pequeña lipoaspiración, pero cuando además hay exceso de tejido, se requiere una pequeña cirugía”, explica el doctor Javier De Benito, del Instituto De Benito.
Y el aumento de pecho para dar la impresión de un músculo pectoral en contracción también es muy frecuente, me cuenta Ángel Juárez Cordero, del Hospital La Zarzuela. “Se colocan prótesis del mismo material que las femeninas, pero con una forma más cuadrada y menos proyección”.
“El paso de los hombres por el quirófano ha aumentado un 30% en los últimos 2 años”, asegura el Dr. Antonio Porcuna, del Hospital Nisa Pardo de Aravaca. “Frente a la creencia popular de que la tripa es su principal preocupación estética, en el terreno de la cirugía sus demandas se centran más en el rostro y el pelo“.
Esto lo razona el cirujano Federico Mayo diciendo que “nuestro cuerpo reacciona bien al deporte y a la dieta, y con ejercicio físico podemos resolver el problema. Lo que no podemos remediar es la alopecia, de ahí que sea una prioridad quirúrgica“. El doctor Mayo ha inaugurado InhairClinic en el Hospital Nisa-Aravaca y asegura que el 90% de los hombres que pasa por allí es para que les ‘colonice’ la cabeza.
“Pero no lo confiesan”, indica Emma Hermida, directora de Clínicas de Corporación Capilar.“El 82% de los hombres que se han sometido a un injerto ‘culpa’ a otros tratamientos no invasivos (vitaminas o ampollas) de su repoblada cabellera”.
A partir de los 40, la preocupación por parecer más jóvenes les lleva también a operarse los ojos y, sobre todo a quitarse la papada. “Esto último es sin lugar a dudas lo que más rejuvenece un rostro”, asegura el doctor Gómez- Bravo. Este cirujano ha hecho un estudio digital con 100 individuos públicos (Alain Delon, Depardieu, Alec Baldwin…), analizando sus caras con la mandíbula y el cuello ensanchados y descolgados por la grasa –así se vuelve con los años en los varones- y con ella ‘recortada’, y el resultado es impactante. “Quitándoles las arrugas de todo el rostro pero dejando su borde mandibular deformado parecen mucho más viejos que con todos los signos de edad marcados, pero con el cuello y quijada afinados”. Interesante.
¿A quien es más fácil de contentar, a los jóvenes o los más maduritos? “A los jóvenes entre los 16 y los 30 años es más difícil. Tienen más dudas y más complejos y piensan que atraerán más a las mujeres si tienen mejor cuerpo. A partir de los 50 los hombres que se operan suelen ser profesionales que quieren mejorar su aspecto y, curiosamente, muchos padres de familia preocupados porque los hijos les vean más jóvenes!”, concluye Ángel Martín.
*Este artículo se publicó en ABC el sábado 8 de Noviembre, y lo reproduzco porque sé que hay muchos hombres entre los lectores de La Polvera
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