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Blogs Tareas pendientes por Maria C. Orellana

Bienvenido, Marcos

Maria C. Orellanael

Es viernes por la tarde, la oficina está prácticamente vacía. Estoy terminando cosas importantes que me han quedado pendientes tras una semana de locos, cargada de trabajo y de estrés. En la mesa de al lado, mi compañero Marcos está recogiendo para irse. También él ha tenido lo suyo, ayer mismo estuvimos trabajando quince horas ininterrumpidamente para terminar un documento. Y esta mañana un conductor despistado le ha embestido, dejándole el coche hecho un acordeón.

Marcos lleva poco más de dos meses en la empresa. Ha trabajado en proyectos internacionales, habla inglés perfectamente, es trabajador, minucioso y competente. E inasequible a los marrones. Por si eso fuera poco, siempre tiene una sonrisa para todo el mundo (esta última característica es rara en muchas personas trabajadoras, minuciosas y competentes que nos encontramos cada día en el trabajo).

Antes de terminar de recoger su mesa, se dirige hacia mí y creo que va a despedirse pero me sorprende: “¿te ayudo?” Le miro agradecida pero declino la oferta. “No hace falta, muchas gracias, me queda poco…”

Las empresas de ahora luchan por captar y retener el talento. En el mundo global que nos rodea necesitan mentes talentosas para innovar y destacar. Pero solo el talento no basta para competir, se promueve la productividad, el teletrabajo, los procesos lean. Con este panorama, cada día más nos movemos en un mundo laboral de individualistas, tiburones ambiciosos o pisacuellos.

O en el lado opuesto, encuentro también a muchos que intentan escaquearse, gente que se pone de perfil para que no se les vea, ajenos a la responsabilidad, personas que se excusan constantemente para que trabajen otros.

Y luego están los Marcos. Cuando se ha marchado, antes de retomar mi trabajo me han venido a la cabeza otros “te ayudo” a los que en su momento no he prestado atención: Gema, Ginés, Susana…  Gente que construye la empresa con su esfuerzo diario.

El compañerismo, el compromiso, el verdadero trabajo en equipo son valores de siempre que no pueden perderse en la  vorágine laboral de hoy. Os animo a promoverlo en vuestros lugares de trabajo.

mundo laboral Maria C. Orellanael

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