Ha muerto Aguilar

Ha muerto Aguilar. Futbolista del Real Madrid de 1971 a 1979 e integrante de la alineación titular del primer partido de mi vida en el Bernabéu, un día intenso de sol, de mucho ruido y colores.

Ico Aguilar (Santander, 1949) jugó en el Real Madrid 190 partidos. Llegó procedente del Racing de Santander, en un fichaje en el que los blancos se trajeron lo mejor del Sardinero: Santillana, Aguilar y Corral. Aguilar llegaba con 22 años tras tres campañas en el Racing, en las que, verdaderamente, solo en la última se consagró como estrella. Marcó 10 goles en los 37 partidos de Segunda división de la 70-71 (con Santillana, marcó más de la mitad de los goles del equipo). Y en total, 29 tantos en los 101 partidos oficiales que jugó como racinguista. Terminó su carrera en la 82-83, tras dos años en el Sporting y uno en el Rayo Vallecano.

Mi osadía de niño me permitió con 8 años, cuando cambié de colegio, decirles a mis nuevos amigos: «Aguilar es mejor que Amancio», lo que causó un gran revuelo entre los entendidos del recreo. Naturalmente mi afirmación era una herejía, porque Amancio es uno de los grandes fenómenos de la historia madridista. Hubo muy pocos como el Brujo. A veces, veo alineaciones históricas del Real Madrid con jugadores por delante de Amancio que invitan a pensar que todo lo hemos barajado. Pero yo con 8 años llegué a la conclusión de que Aguilar era mejor…

Todo empezó por que en la colección de cromos, Aguilar y Amancio figuraban juntos con un parrafito que decía «pega al que prefieras»; y yo para eso era muy serio: no pegaba al primero que conseguía, sino al bueno. Y de repente lo pensé: Aguilar es mejor que Amancio…

Su debut oficial fue en un Real Madrid- Betis, primer partido de Liga en el Bernabéu. 2-0 y despedida a Gento (tras 18 temporadas). Si Aguilar tuvo una virtud como futbolista fue su velocidad, que alternó por las dos bandas. Podía jugar con Amancio de 11, o con Anzarda, Macanás, Pinino Mas, y más tarde con Jensen, de 7. O alternarse con Roberto Martínez… Aquella primera noche ante el Betis marcó un gol (y otro, de Amancio). Marcó 34 goles en Liga, casualmente la última campaña fue la que más logró (9, igual que en la segunda) y aunque los aficionados lo recuerdan como un suplente extraordinario, lo cierto es que alrededor del 80 por ciento de sus partidos de madridista lo fueron de titular. Las lesiones le privaron de continuidad.

Al acabar la 73-74, Amancio tuvo una lesión gravísima, por una entrada de Fernández en los Cármenes de Granada. Si la ven (está en internet) se quedarán helados…Y Aguilar, que sustituyó a Amancio, con fractura abierta en el muslo, tuvo que jugar los cuartos de vuelta, las semifinales y la final, en un mes de junio memorable: 7-1 al Betis, 7-3 al Granada, 5-0 a Las Palmas y 4-0 al Barcelona en la final, en la que estuve, y donde, a poco de empezar, Aguilar se fue por sus banda ante De la Cruz y metió un centro para que Santillana llegara primero y sorprender a Sadurní. Aguilar luego marcó el 3-0. Y marcó, al año siguiente, el último penalti de la tanda que derrotó al Atlético en el Manzanares, en la final de 1975.

Internacional en 3 ocasiones, marcó en su debut (tras sustituir a Amancio) el quinto gol contra Chipre (7-0). Su último partido de blanco en Liga, en la 78-79, fue casualmente contra su Racing de Santander. 5-1 ganó el Madrid, partido que vi en el fondo sur. Suplió a Santillana y su compañero de banquillo, que también salió, fue Benito. Los dos han muerto en este confinamiento. Y los dos están en las alineaciones de cuando en los cromos pegábamos «al que prefieras».