Mañana comienza otra de esas semanas que los periodistas calificamos como decisivas para el futuro de España, y no sé cuántas van ya. Mariano Rajoy se entrevista martes y miércoles con Albert Rivera y Pedro Sánchez para retomar la negociación, sí es que alguna vez la hubo, sobre la posibilidad de articular una mayoría de síes que le garanticen la investidura.
Si los pronósticos no fallan, y ojalá me equivoque, los líderes de Ciudadanos y PSOE volverán a darle calabazas a Rajoy, o sea, que “no”, que de ninguna manera lo apoyarán para que sea presidente del Gobierno. Lo único con lo que cuenta Rajoy es con la abstención de Ciudadanos, que no le sirve para absolutamente nada.
Las situación será la misma que hace un mes, con la única novedad de que Rajoy ha aceptado el encargo del Rey para intentar buscar el acuerdo, dejando en el aire la posibilidad de someterse a la sesión de investidura, si no tuerce la voluntad de Pedro Sánchez.
Sánchez y Rivera, por el bien de España, todavía están a tiempo de reconsiderar su posición y dejar de someter a este país a una agonía política que le va a pasar factura en las urnas, si vamos a unas terceras elecciones. Que lo piensen bien, con su actitud solo le están dando alas al PP para ir directamente a una mayoría absoluta, o casi.
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