La gestión del “caso Rato” y el daño que está ocasionando al Partido Popular está arrojando muchas dudas sobre cómo ha sido posible que el Gobierno de Mariano Rajoy no haya controlado este escándalo “¡¡¡¡a cuarenta días de las elecciones municipales y autonómicas!!!!”, como bramaba un alto cargo del PP lleno de ira por la repercusión electoral y el desastre que se pueda avecinar.
Nadie se explica que no se haya calibrado la oportunidad de parar este escándalo hasta después de las elecciones. En el Partido Popular y en el Ejecutivo ya se empieza a asegurar que todo ha sido producto de la “pura incompetencia del Gobierno” e incluso se apunta a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría que “no tiene capacidad” para gestionar un tema como este y “se le ha ido de las manos“.
Si el Gobierno conocía que la Agencia Tributaria, dependiente del Ministerio de Hacienda, estaba investigando a Rodrigo Rato. Si también sabía que había sospechas de blanqueo de capitales, desde hace varios meses. Si sabía todo esto, ¿porqué no esperó a que se celebraran las elecciones y evitar así el destrozo electoral que se va a producir?
Las versiones son muchas. Junto a la crítica interna de la “incompetencia del Gobierno” se desliza una que hasta ahora nadie había barajado públicamente: ¿Y si ha sido el propio Rato el que provocó y filtro la operación contra él al saber que estaba siendo investigado y que ya lo tenía todo perdido? La razón: una vendetta política contra Rajoy, su venganza contra el Gobierno y el PP, al que acusa de gran parte de todo sus males.
Otros temas Paloma Cervillael