A Zapatero no solo le puede pasar factura electoral su desastrosa gestión de la crisis económica, sino que cada vez más se encuentra atrapado en la contradicción de querer ser un hombre de paz, y tener que cumplir sus compromisos militares como miembro de la OTAN.
Apostó por la guerra de Afganistán, vendiendo que era una guerra buena, la de Obama, y ahora no sabe como salir de allí y así poder vender en las elecciones generales de 2012 otra vergonzante retirada como la de Irak de hace siete años. En Libia está por ver qué vamos a hacer.
La semana pasada he estado en Bruselas asistiendo a la cumbre de ministros de Defensa de la OTAN y de los países contribuyentes a la reconstrucción de Afganistán, la denominada misión ISAF. Está claro que esta guerra es un marrón para todos, pero la OTAN va a seguir la máxima de “entramos todos juntos y saldremos juntos”. España no podrá repetir el espectáculo de Kosovo, anunciando una retirada sin pactarlo con la OTAN, aunque la ministra de Defensa, Carme Chacón, realice ambiguas declaraciones anunciando que la retirada está más cerca, cuando no es verdad.
El viernes, los ministros de Defensa de los países que tienen tropas en Afganistán dieron luz verde al inicio de la transición, o sea, a la cesión de la autoridad a los afganos en las zonas controladas por las tropas extranjeras y que se supone que están estabilizadas. El presidente afgano, Hamid Karzai, anunciará el día 21 qué provincias serán las primeras que pasarán a control afgano y cuándo. España, empezó diciendo que en 2011 cedería el control de Herat y en 2012, ¡ojo, año electoral!, de Badghis. Pero ahora apunta a que esta transición podría ser en 2012. Pero las tropas no regresarán, sino que se enviarán a otras zonas de Afganistán. Eso es, al menos, lo que me comentó un miembro de la OTAN experto en Afganistán.
Respecto a Libia, Zapatero solo puede ir a esa guerra si hay resolución de la ONU, porque si no todo su discurso sobre Irak se desmoronaría. Tantos años criticando a Aznar para ahora ser él el que decide atacar a Libia sin respaldo internacional. El problema es que Sarkozy y Cameron están ya dispuestos para el combate y la OTAN ha movilizado un dispositivo militar frente a las costas de Libia, en el que participa España con el submarino “Mistral”. Además, si se aprueba una zona de exclusión aérea y por cualquier causa hay que disparar a un avión libio, ¿qué hará España? Menuda papeleta para nuestro hombre de paz.
Os invito a seguirme en Twitter: http://twitter.com/palomacervilla
España Paloma Cervillael