¿Que habrán pensado los cuatro millones de parados de este país cuando han escuchado esta mañana que, en realidad, según el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no son parados, sino trabajadores en formación que están currando por su país?
Supongo que no lo mismo que yo, que afortunadamente tengo un puesto de trabajo, sino mucho más. Vaya bofetón que acaba de propinar el presidente a estos millones de parados, vaya insulto y vaya manera de enmascarar, como ya hiciera con la crisis, el drama del paro. Supongo que, como estaba en Oslo, a miles de kilómetros de distancia, participando en un foro sobre crecimiento y empleo organizado por el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial del Trabajo, se ha atrevido a decir semejante tontería, porque no creo yo que mañana, durante la sesión de control en el Senado, sea capaz de repetir lo mismo.
Este hombre parece que no aprende de sus errores. Se empeñó en negar la crisis y le estalló encima y ahora se empeña en ignorar el paro, y puede que termine por sepultarlo. Es que no me lo creo, que se haya atrevido a decir que los parados están trabajando por su país mientras realizan cursos de formación y que hay que tener una visión distinta de lo que es el desempleo. Por favor, que algún parado diga algo.
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España Paloma Cervillael