La confirmación de que el exministro Rodrigo Rato está siendo investigado por blanqueo de capitales ha caído como una bomba en el Gobierno y en el Partido Popular. La sensación es de una gran tristeza e incluso algunos dirigentes populares aseguran que “Rodrigo Rato ha perdido la cabeza”. No aciertan a comprender cómo ha podido acogerse a la amnistía fiscal con nombres y apellidos, si así lo hubiera hecho, y no a través de una sociedad, ya que habría pasado más desapercibido. Lo que no pueden tolerar es que el origen del dinero sea ilícito.
La única certeza es que el exministro se acogió a la amnistía fiscal y que está siendo investigado por el Sepblac (Servicio de Prevención y Blanqueo de Capitales), un organismo dependiente del Ministerio de Economía, tras enviarle el Ministerio de Hacienda una lista de 705 contribuyentes sobre los que hay dudas sobre si este dinero procede de operaciones ilícitas.
En los pasillos del Congreso solo se hablaba esta mañana de Rato y los más próximos a él se preguntaban por qué se habían centrado en él las investigaciones, cuando algún presidente del IBEX e incluso jueces aparecen en esta lista, según los comentarios que se hacían.
Lo cierto es que en lo que todos los populares coincidían es que esta nueva polémica sobre Rodrigo Rato hará más daño al PP, y sobre todo ahora, en vísperas de las elecciones autonómicas y municipales. El único consuelo que les queda es insistir en que gracias a la gestión del Gobierno de Rajoy se están conociendo todas estas irregularidades.
España Paloma Cervillael