En el Partido Popular empieza a extenderse la idea de que, a lo mejor, Alberto Núñez Feijóo no quiere dar el paso para suceder a Mariano Rajoy. Que piensa que quizás es mejor terminar su mandato como presidente de Galicia y retirarse a vivir con su familia y aceptar la oferta que ya le hizo en su día el expresidente de Inditex, Amancio Ortega.
Nadie le garantiza que vaya a ser presidente del Gobierno en 2020, con lo que su espera se alargaría, en el mejor de los casos, a 2024. Demasiado tiempo para un hombre que ya superaría los 60 años, y al que no le atraen especialmente las intrigas y las conspiraciones políticas de la Villa y Corte.
Por eso se lo está pensando y el Partido Popular ha entrado en pánico. Si no se presenta Feijóo, la batalla está garantizada, si nadie lo remedia. El exministro José Manuel García Margallo ya ha enseñado sus cartas y recoge avales para una candidatura a la sucesión que, no va a triunfar, pero sí le permite arañar una cuota de poder, a la presumible candidatura de Soraya Sáenz de Santamaría. La exvicepresidenta podría dar el paso si no se presenta Feijóo, porque en ese escenario sí puede ganar el Congreso.
La victoria de Soraya abriría una herida en el partido, entre los partidarios de María Dolores de Cospedal, enfrentados a la exvicepresidenta. La secretaria general guarda silencio, quizás a la espera de que Feijóo se pronuncie y ayudarle a ganar el Congreso, que no sería difícil.
“¿Si no se presenta Feijóo, a quién vamos a votar?“, se preguntan destacados militantes del PP, preocupados de que otro candidato rompa el partido y la imagen de desunión los condene a la oposición durante, al menos, una legislatura más.
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España Paloma Cervillael