Si a una persona aficionada al deporte se le pregunta por la imagen más representativa de los Juegos Olímpicos de 1968, seguro que indicará la de los dos atletas negros de EEUU con el puño en alto con un guante. Incluso quién no sea aficionado al deporte seguro que recuerda o reconoce esa imagen.
Incluso personas muy vinculadas al deporte o hechos históricos sabrán indicar el nombre de los deportistas de EEUU, John Carlos y Tommie Smith.
¿Pero quién es capaz de indicar el nombre del deportista que aparece en la parte izquierda de la imagen, el deportista blanco que fue además medalla de plata?
Su nombre era Peter Norman y su historia es tan desconocida como importante. Un héroe olvidado.
Volvamos a 1968, final de 200 metros lisos. Ver vídeo.
Tras la carrera las medallas son las siguientes, Tommie Smith oro, Peter Norman plata y John Carlos bronce.
La imagen histórica llegó en la entrega de esas medallas, los deportistas de EEUU subían a recogerlas descalzos, con sus cabezas inclinadas, uno de sus puños llevaba guante mientras sonaba el Himno Nacional de los Estados Unidos levantaron ese puño tapado. Fue un fuerte gesto simbólico, el objetivo era tomar partido por los derechos civiles estadounidenses en un año de tragedias que incluyeron la muerte de Martin Luther King y Bobby Kennedy.
Todo indicaba que Peter Norman era ajeno a todo aquello. Pero la realidad era y es totalmente diferente.
A parte de la sensacional carrera realizada por Norman, realizó un tiempo de 20.06, su mejor actuación y además un récord australiano que sigue en pie hoy en día, 47 años después, el australiano fue participe de toda la escena. Al ser preguntado por Smith y Carlos, no solo estuvo de acuerdo en ello sino que intentó participar y ayudar en todo lo posible.
“Sabíamos que lo que íbamos a hacer era mucho mayor que cualquier hazaña atlética, Norman dijo:” Voy a estar con ustedes “– recuerda John Carlos -” Yo esperaba ver el miedo en los ojos de Norman, pero en lugar de eso vi el amor. ”
Smith y Carlos se pusieron los guantes antes de acceder al estadio. Norman les apoyo y comentó: “Yo creo en lo que ustedes creen. ¿Tiene otro de esos para mí “?.
Los tres salieron juntos al estadio, y la imagen recorrió todo el mundo. Al volver a EEUU los dos deportistas negros fueron amenazados, insultados y perseguidos, historia ya conocida. Pero para Norman en Australia no fue mucho mejor, yo diría que incluso peor.
Norman a pesar de ser uno de los mejores deportistas del momento no se le permitió volver a ninguna olimpiada, no tuvo por supuesto ningún reconocimiento y no se le ayudó en nada económicamente. Dejó el atletismo competitivo atrás después de muchas decepciones, desplantes e incluso insultos por el apoyo a sus compañeros.
Durante años Norman sólo tenía una oportunidad de salvarse a sí mismo para volver a recuperar su fama y nombre. Fue “invitado” a condenar a sus compañeros los atletas, John Carlos y Tommie Smith en múltiples ocasiones por el gesto al recoger las medallas. A cambio se le daría un indulto que le había condenado al ostracismo. Pero siempre se negó, siempre se mantuvo firme en sus acción y apoyo a aquellos deportistas y lo que representaban.
Incluso en el año 2000, cuando Australia acogió los Juegos Olímpicos de Sidney fue totalmente olvidado por este motivo. No fue invitado y nunca fue nombrado como héroe histórico del atletismo nacional.
Norman murió repentinamente de un ataque al corazón en 2006, sin que su país jamás haber pedido disculpas por su tratamiento de él. En su funeral Tommie Smith y John Carlos, los amigos desde 1968 fueron quien llevaron en cabeza su féretro. Pero por supuesto que no fue noticia nacional ni fue enterrado con honores.
Tuvieron que pasar seis años de su muerte para que el Parlamento australiano aprobará una moción para pedir disculpas oficialmente a Peter Norman y re-escribir la historia con esta declaración:
“Australia reconoce los extraordinarios logros deportivos del fallecido Peter Norman, quien ganó la medalla de plata en los 200 metros lisos corriendo en los Juegos Olímpicos de la Ciudad de México en 1968, en un tiempo de 20.06 segundos, que se mantiene como el récord de Australia”.
“Reconoce la valentía de Peter al ponerse una insignia del Proyecto Olímpico y los Derechos Humanos en el podio, en solidaridad con los atletas afroamericanos Tommie Smith y John Carlos, quien hicieron el saludo” poder negro ‘”.
Peter Norman, un extraordinario atleta injustamente repudiado que mantuvo hasta su muerte su fe en un mundo justo e igualitario para todos.
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