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¿Y si después de todo las aves no descienden de los dinosaurios?

¿Y si después de todo las aves no descienden de los dinosaurios?
José Manuel Nieves el

El análisis de un fósil procedente de China y del tamaño de un gorrión desafía la creencia generalizada sobre el origen de las aves.

Desde hace varias décadas, los paleontólogos están convencidos de que las aves descienden directamente de los dinosaurios. Pero ¿y si no fuera así? Un nuevo y detallado análisis de un fósil procedente de China y del tamaño de un gorrión desafía la creencia generalizada de que las aves evolucionaron a partir de una familia de dinosaurios terrestres, los terópodos, que lograron desarrollar las habilidades necesarias para el vuelo.

El nuevo análisis del fósil de China ha permitido determinar que el Scansoriopteryx, que vivió hace unos 120 millones de años en Asia no era, en realidad y tal como se creía hasta ahora, un dinosaurio, sino más bien otra clase de pequeño animal trepador que era capaz de lanzarse planeando de árbol en árbol. O por lo menos eso es lo que piensan los investigadores norteamericanos Stephen Czerkas, del Museo del Dinosaurio de Blanding, en Utah, y Alan Feduccia, de la Universidad de Carolina del Norte. Ambos acaban de publicar un artículo al respecto en Journal of Ornithology.

El fósil de Scansoriopteryx fue encontrado en la Mongolia Interior, y forma parte de un proyecto de estudio en el que ambos paleontólogos colaboran con la Academia China de Ciencias Geológicas. Tras su descubrimiento, el pequeño animal fue clasificado como un Celurosaurio, un grupo de dinosaurios de la familia de los terópodos, la misma familia de la que la mayoría de los expertos creen que surgieron los primeros dinosaurios voladores y, más tarde, las aves.

Czerkas y Feduccia utilizaron una avanzada técnica de microscopía en tres dimensiones para revelar la existencia de estructuras óseas en Scansoriopteryx que hasta ahora no se habían podido distinguir claramente. Esta técnica hace posible, por ejemplo, observar al detalle el contorno natural de los huesos. Muchos aspectos hasta ahora ambiguos de la pelvis, patas delanteras y traseras y cola pudieron ser aclarados.

Tras su análisis, los investigadores afirman que Scansoriopteryx, definitivamente, había perdido las estructuras óseas fundamentales de los dinosaurios, por lo que no podía ser clasificado como tal. Lo cual, además, les llevó a postular que los dinosaurios no fueron, en realidad, los antepasados directos de las aves.

Trepadores de árboles

El fósil chino era más bien un ave muy primitiva cuyos ancestros deben ser buscados entre los arcosaurios trepadores de árboles, un grupo de reptiles (los dinosaurios no eran reptiles) que vivió al mismo tiempo que los dinosaurios.

Durante sus investigaciones, Czerkas y Feduccia hallaron una combinación de rasgos que no son propias de los dinosaurios y que, por lo tanto, ponen en duda la teoría establecida. El fósil presenta, por ejemplo numerosas características que son indudablemente propias de las aves, como extremidades anteriores alargadas, plumas en alas y patas traseras, membranas en las alas, frente a los codos, huesos de las muñecas en forma de media luna, patas aptas para posarse, cola con una vértebra anterior muy corta y clavículas que hacían posible los movimientos necesarios para planear entre los árboles.

En particular, los investigadores subrayan las alargadas y primitivas plumas de las extremidades anteriores y posteriores, que sugieren que Scansoriopteryx era, sin duda, una forma ancestral de las aves primitivas que ya era capaz de llevar a cabo las maniobras aerodinámicas básicas necesarias para planear y dejarse caer desde lo más alto de los árboles.

Bajar de los árboles

Los hallazgos de Czerkas y Feduccia vuelven a poner sobre el tapete las predicciones de principios del siglo XX según las cuales los antepasados de las aves fueron pequeños arcosausios trepadores que fueron perfeccionando sus incipientes capacidades de vuelo y pasaron, con el tiempo, del simple planeo al vuelo propiamente dicho.

Este “bajar de los árboles” se contradice frontalmente con el concepto dominante de “despegar desde el suelo”, según el cual las aves derivan de los terópodos, una familia de dinosaurios carnívoros que vivían a ras de tierra.

“La identificación de Scansoriopteryx como un ave no dinosauriana -afirma Czerkas- obliga a reevaluar lo que sabemos sobre la relación entre dinosaurios y aves. Los investigadores tienen ahora por fin la llave que abre la puerta que separa a los dinosaurios de las aves“.

“En lugar de confirmar que las aves descienden de los dinosaurios -añade Feduccia- Scansoriopteryx reivindica por primera vez la posibilidad de considerar una clase de animal que es aviano, pero no dinosauriano”.

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