Las últimas imágenes de la sonda Cassini han revelado nuevas e inesperadas sorpresas sobre Saturno. En concreto sobre sus anillos que, en contra de lo que se creía hasta ahora, no son planos, sino que presentan ondulaciones y picos tan altos como una montaña terrestre.
Las nuevas fotografías de la Cassini demuestran que los famosos anillos de Saturno pueden tener, en algunos puntos, varios kilómetros de espesor y que además están adornados con extrañas y brillantes franjas que se forman, al parecer, por la colisión entre los propios materiales de los anillos y las partículas de polvo que orbitan el planeta. (Ver vídeo aquí).
“Es como ponerse una gafas de 3D y observar por primera vez la tercera dimensión”, afirma Bob Pappalardo, el investigador principal de la misión en el Jet Propulsion Laboratory de la NASA. “Este es uno de los acontecimientos más importantes que nos ha revelado la Cassini”.
Estos espectaculares resultados fueron conseguidos por los instrumentos de la nave durante la semana del pasado 11 de agosto, cuando se produjo el equinoccio de Saturno, un fenómeno que tiene lugar cada quince años. Durante el mismo, el plano de los anillos está alineado con el sol y éstos pueden verse “de canto” desde la Tierra, haciéndose prácticamente invisibles debido a su poco espesor. Pero ha sido precisamente eso lo que ha podido revelar a los astrónomos su inesperado relieve.
Los anillos de Saturno están hechos de fragmentos de hielo que se elevan sobre el planeta a una altura de 185.000 kilómetros y cuyo espesor medio es apenas de una decena de metros. Ahora, las nuevas imágenes demuestran que en algunos puntos los anillos pueden tener ondulaciones de hasta varios kilómetros de altura. Las cámaras de la Cassini, desde un ángulo privilegiado, pudo distinguir esas elevaciones gracias a las alargadas y picudas sombras que proyectaban sobre los anillos.
“Pensábamos que el plano de los anillos no era más alto que un edificio, y sin embargo nos hemos encontrado con muros de más de 3 km de altura -afirma la responsable del equipo de imágenes de la Cassino, Carolyn Porco-. ¿No es esto lo más extraordinario que se pueda imaginar? Es realmente como de ciencia ficción. Esos famosos adornos han impresionado profundamente a la mente humana durante cuatro siglos por su forma bidimensional casi pura y ahora, como por arte de magia, han irrumpido en la tercera dimensión”.
Una de las ondulaciones se eleva hasta cerca de cuatro kilómetros sobre el plano de los anillos. “Para entender lo que acabamos de descubrir necesitaremos tiempo -asegura Linda Spilker, investigadora principal de la Cassini-. Pero las nuevas imágenes y datos nos llevarán a una mejor comprensión de cómo de antiguos son los anillos y cómo han evolucionado”.