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No, los neandertales no eran estúpidos

No, los neandertales no eran estúpidos
José Manuel Nieves el

La idea generalizada de que la otra especie humana tenía una inteligencia inferior frente a los hombres modernos no está respaldada por evidencia científica alguna.

Si es usted una de esas personas que cree que los neandertales eran estúpidos y primitivos, es el momento de cambiar de opinión.

En efecto, la idea generalizada de que los neandertales eran lerdos, poco hábiles, y que su inteligencia inferior fue lo que les llevó a la extinción, a manos de los mucho más brillantes hombres modernos, nuestros antepasados directos, no está respaldada por evidencia científica alguna, según un estudio que publica en PLOS ONE un grupo de investigadores de la Universidad de Colorado en Boulder.

Los neandertales fueron los únicos europeos durante varios cientos de miles de años. Prosperaron a lo largo de una extensa franja de Europa y Asia entre hace 350.000 y 40.000 años y desaparecieron poco después de que nuestros antepasados, un grupo de humanos “anatómicamente modernos” llegaran al Viejo Continente.

Muchos investigadores han tratado de explicar el ocaso de los neandertales sugiriendo que los recién llegados, nuestros ancestros, eran superiores a ellos en toda una serie de aspectos clave, incluyendo la habilidad para cazar, comunicarse, innovar y adaptarse a los más diversos ambientes.

Algo que, al parecer, no fue así. Una extensa investigación dirigida por Paola Villa, de la Universidad de Colorado en Boulder, y Will Roebroeks, de la universidad holandesa de Leiden, argumenta, en efecto, que las evidencias disponibles no sustentan la idea de que los neandertales fueran menos avanzados que los humanos anatómicamente modernos.

“Las pruebas de una inferioridad cognitiva (por parte de los neandertales), sencillamente no existen -afirma Villa-. Lo que estamos diciendo es que la visión tradicional que tenemos de los neandertales es mentira”.

Villa y Roebroeks repasaron cerca de una docena de explicaciones comunes para la extinción de los neandertales, basadas en gran medida en la idea de que “la otra especie humana” era inferior a la de nuestros antepasados. Por ejemplo, que los neandertales no eran capaces de usar comunicación simbólica compleja; que eran cazadores menos eficientes y que tenían armas inferiores a las que usaban los humanos modernos; y que, a diferencia de nuestra especie, que es capaz de alimentarse prácticamente de cualquier cosa, tenían una dieta muy limitada.

Buenos estrategas

Para sorpresa de muchos, los investigadores hallaron que ninguna de estas hipótesis se apoya en investigaciones que aporten pruebas concretas. Muy al contrario, por ejemplo, los restos hallados en múltiples asentamientos neandertales en Europa indican que los neandertales cazaban en grupo, y que usaban los accidentes del terreno como ayuda. Una estrategia que también nuestros antepasados directos utilizaban con profusión.

En el suroeste de Francia, por ejemplo, existen pruebas de cómo los neandertales condujeron a la muerte a varios cientos de bisontes llevándoles hasta un pozo. En otro yacimiento, en las islas del Canal de la Mancha, los restos fósiles de 18 mamuts y de cinco rinocerontes lanudos fueron descubiertos en el fondo de un profundo barranco. Y la datación de esos fósiles indica que la “matanza” se produjo mucho antes de la llegada a Europa de los primeros humanos modernos. Estos hallazgos, por lo tanto, implican que los hombres de Neanderthal eran muy capaces de planificar sus acciones, de preparar estrategias de grupo y de aprovecharse de forma eficaz de las ventajas del entorno.

Otras evidencias arqueológicas ofrecen razones más que de sobra para creer que los neandertales tenían, también, una dieta muy diversa. Microfósiles hallados en dentaduras de neandertales y restos de comida encontrados junto a sus hogueras indican que se alimentaban de guisantes, bellotas, pistachos, semillas, olivos silvestres, piñones y palmeras datileras en función de lo que estuviera disponible localmente.

Además, los investigadores han encontrado ocre, un tipo de pigmento, en varios lugares habitados por neandertales, lo que sugiere que pudieron utilizarse para la pintura corporal. Numerosos ornamentos también han sido encontrados en los asentamientos y tumbas neandertales. Tomados en conjunto, estos hallazgos sugieren poderosamente que los neandertales llevaban a cabo complejos rituales culturales y dominaban, como el que más, la comunicación simbólica.

Un Ford T y un Ferrari

Villa y Roebroeks aseguran que la mala interpretación que se ha hecho hasta ahora de las habilidades cognitivas de los neandertales puede estar ligada a la tendencia de los investigadores de comparar a los neandertales, que vivieron en el Paleolítico Medio, con los humanos modernos que vivieron en tiempos mucho más recientes, en el Paleolítico Superior.

En palabras de Villa “los investigadores no estaban comparando a los neandertales con sus contemporáneos que vivían en otros continentes, sino con sus sucesores. Sería como comparar las prestaciones de un Ford T, muy usado en América y Europa a principios del siglo pasado, con las de un Ferrari Moderno y llegar a la conclusión de que Henry Ford era cognitivamente inferior a Enzo Ferrari”.

A pesar de que muchos aún buscan una explicación sencilla a la que atribuir el declive y desaparición de los neandertales, atribuyéndola a un único factor (inferioridad tecnológica o cognitiva), las pruebas disponibles no sustentan en absoluto esa interpretación.

La pregunta, ahora, es la siguiente: Si los neandertales no eran ni tecnológica ni cognitivamente inferiores a nuestros antepasados directos, ¿por qué no sobrevivieron?

Los investigadores argumentan que las razones reales de la extinción fueron, seguramente, muy complejas, aunque ya existen algunas pistas al respecto, halladas en los recientes análisis del genoma neandertal de los últimos años. Estos estudios genéticos sugieren que los humanos modernos y los neandertales se mezclaron, y que el resultado de esa mezcla pudo haber mermado la fertilidad de los niños nacidos de ella. Otras investigaciones recientes también sugieren que los neandertales vivieron en grupos pequeños.

Ambos factores podrían haber contribuído al declive de una especie que se vio desbordada y poco a poco asimilada por un número creciente de emigrantes modernos.

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