Esta madrugada, por primera vez, un ingenio construido por el hombre entrará en órbita de un asteroide para estudiarlo con todo detalle. La nave es la sonda Dawn, de la NASA, y el objetivo es Vesta, que con sus cerca de 530 km. de diámetro es uno de los mayores objetos del cinturón de asteroides, el anillo de rocas de todos los tamaños que rodea al Sol entre las órbitas de Marte y Júpiter.
La misión Dawn estudiará el gran asteroide durante un año entero, y sus observaciones servirán para aclarar cómo se desarrollaron los primeros capítulos de la existencia del Sistema Solar.
Durante las últimas semanas, y a medida que la Dawn se acercaba a Vesta, los detalles del asteroide fueron haciéndose más y más evidentes. La imagen que acompaña a estas líneas fue tomada el pasado 9 de julio, a una distancia de 41.000 km de Vesta.
Si todo marcha según lo previsto, la nave entrará en la órbita de Vesta esta misma madrugada, hacia las seis de la mañana de mañana (hora española). Los ingenieros creen que cuando esto suceda, la sonda se “instalará” cómodamente a una distancia de unos 16.000 km de Vesta (y a 188 millones de km. de la Tierra) y podrá comenzar oficialmente su misión.
“Nos ha llevado casi cuatro años llegar a este punto -asegura Robert Mase, del Jet Propulsion Laboratory y director de la misión-. Nuestros últimos test indican que Dawn se acerca directamente a su objetivo y funciona con normalidad”.
Para conseguir esta auténtica hazaña espacial. ha sido necesario estudiar durante años la trayectoria de Vesta alrededor del Sol. De hecho, no es lo mismo entrar en la órbita de un planeta como Marte o Júpiter, que en la de un asteroide, aunque sea de los más grandes. Cualquier error de cálculo, por pequeño que sea, podría dar al traste con toda la misión.
La sonda Dawn fue lanzada en septiembre de 2007. Ahora, ya en su destino, estudiará Vesta durante 12 meses, hasta julio de 2012, y después partirá rumbo a su segundo objetivo, otro gran asteroide llamado Ceres. Y se convertirá así en la primera nave espacial que orbite dos obetos (no planetarios) de nuestro Sistema Solar.