Un equipo internacional de investigadores acaba de anunciar el descubrimiento de gigantescos «capullos» de carbono de más de 30.000 años luz de diámetro alrededor de una serie de galaxias muy jóvenes. Se trata de la primera confirmación de que los átomos de carbono que se generaron en el interior de las primeras estrellas en el Universo temprano fueron capaces de extenderse mucho más allá de las galaxias en las que nacieron.
Hasta ahora, ningún estudio teórico había predicho la existencia de estos enormes capullos alrededor de galaxias en pleno crecimiento, lo que plantea nuevas dudas sobre el alcance de nuestra comprensión de la evolución cósmica. El impresionante hallazgo fue conseguido por un equipode científicos liderado por Seiji Fujimoto, del Instituto Niels Bohr de la Universidad de Copenhague, mientras examinaban datos de observaciones anteriores con el telescopio ALMA, en Chile. El trabajo se acaba de publicar en Astrophysical Journal.
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Ciencia