Se trata de un «Neptuno caliente» cuya formación podría influir en la manera como los científicos creen que se forman los sistemas planetarios.
La Ciencia está cada vez más cerca de conseguirlo. Con casi 4.000 exoplanetas confirmados, 51 de ellos potencialmente habitables, los astrónomos tratan ahora de encontrar el modo de analizar sus atmósferas. Una información más que necesaria para saber si alguno de ellos reúne las mismas condiciones que la Tierra. Pero las atmósferas planetarias pueden decirnos muchas más cosas, y darnos valiosas pistas, por ejemplo, sobre la forma en que los planetas se formaron en sistemas solares muy lejos del nuestro.
Por eso, un novedoso estudio que hoy se publica en Science y en el que se anuncia el descubrimiento de una atmósfera primitiva alrededor de un planeta a 430 años luz de distancia ha supuesto toda una sorpresa. De hecho, su formación y desarrollo ha resultado ser completamente diferente a la que es habitual en nuestro Sistema Solar.
El estudio liderado por Hannah Wakeford, de la NASA, y David Sing, de la Universidad de Exeter, es uno de los más detallados realizados hasta la fecha de un «Neptuno caliente», un planeta con un tamaño similar al de nuestro Neptuno, pero que orbita mucho más cerca de su sol. Esta primitiva atmósfera sugiere que, muy probablemente, el planeta se formó cerca de su estrella anfitriona, o quizá en un momento muy tardío del desarrollo de su sistema solar, o ambas cosas a la vez. En todo caso, en unas condiciones muy diferentes a las de nuestros gigantes helados Neptuno o Urano.
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