Aparece en Atapuerca uno de los cráneos más completos del mundo
La campaña de excavaciones de Atapuerca está terminando con un regalo. En los últimos días hemos podido rescatar unos fragmentos de cráneo pertenecientes, todos o la mayoría, al mismo individuo. Una cabeza que podría hacer historia ya que parece haberse conservado casi entera en el yacimiento. En el caso, claro está, de que estos restos se puedan unir.
Como siempre, los huesos más rotos son los de la cara. Aunque parezca una región muy sólida del esqueleto, lo cierto es que es una “máscara” llena de aire. Las paredes que rodean los senos maxilares son casi tan delgadas como el papel de fumar, y literalmente estallan por la presión de los sedimentos depositados encima. Por eso apenas hay rostros en el registro fósil de las diferentes especies del género Homo. Incluso entre los neandertales son raras.
El cráneo número 5 de la Sima es la gran excepción a esta regla. Sin embargo, tenemos en el equipo una maga llamada Ana Gracia a quien confiamos la reconstrucción de tan delicada pieza. Le esperan meses o años de duro trabajo para llevar a cabo la filigrana paleontológica. Por su importancia este nuevo cráneo se merece un nombre propio.
Como es el postrero de una larga sucesión de hallazgos que se han ido produciendo desde el año 1991 le hemos puesto el apodo de “el último de la fila”. No sabemos lo que nos espera al otro lado del bloque caído en el que termina esta parte del yacimiento, pero, echando la vista atrás, han sido veinte años maravillosos.